En las afueras del tranquilo pueblo cubano de Bejucal, un camino lleno de baches que se pierde en la selva termina en una alambrada oxidada. Un cartel advierte: “No Pase. Zona Militar”. Lo que hay más allá sigue siendo en gran medida un misterio, aunque el gobierno de Estados Unidos ha sospechado durante mucho tiempo que China lleva a cabo una operación de recopilación de inteligencia en el sitio de la era soviética.
Por Infoabe
Y ahora, un agente retirado de contrainteligencia del ejército de Estados Unidos asegura que la base de espionaje administrada conjuntamente por China y Cuba cerca de La Habana tiene más de 30 años.
Chris Simmons, ex jefe de una rama de investigación de contrainteligencia en el Hemisferio Occidental en la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos, dijo en una entrevista con el Miami Herald que las agencias de inteligencia de EEUU tardaron nueve años en descubrir quién estaba detrás de las reparaciones y mejoras detectadas durante la década de 1990 en una “instalación de inteligencia de señales”.
“Vimos las mejoras durante una década, una evolución constante; claramente algo estaba pasando, pero no sabíamos qué. Y luego, en 2001, descubrimos que los chinos ya habían estado allí durante nueve años. Nos dijeron en ese momento que cuando llegaron los chinos en 1992, estaban incrustados en un solo edificio dentro de Bejucal, y eran 50 oficiales en esta instalación”, aseguró el ex agente al medio de comunicación.
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