Cambiar la forma de entrenar le ha traído frutos a la fondista venezolana Joselyn Brea, que culminó su participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe con tres medallas doradas, que pusieron los ojos de los aficionados sobre ella y la coronaron como reina del atletismo de las justas.
Bicampeona mundial del duatlón, Brea, que vive en España y tiene doble nacionalidad, se llevó de San Salvador los oros del medio maratón, de los 1.500 metros y de los 5.000 m, que son su especialidad y con los cuales quiere representar a Venezuela en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Tanto en los 5.000 como en los 1.500 impuso récord de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, mientras que se convirtió en la primera ganadora del medio maratón. Las justas de San Salvador fueron las primeras en las que se disputó.
Video: @SSalvador2023 / Twitter
PREPARACIÓN EN LA ALTURA
Uno de los primeros cambios que hizo para poder cumplir sus objetivos con creces en los Juegos Centroamericanos y del Caribe fue cambiar su preparación y hacerla en la altura.
El destino elegido fue el municipio colombiano de Paipa, en el centro del país y ubicado a 2.500 metros sobre el nivel del mar en el altiplano cundiboyacense.
“La preparación fue muy exigente, el entrenamiento lo hicimos a 2.500 metros de altura en Paipa, Colombia. Son entrenamientos que cuestan mucho porque estamos a una altura muy alta, pero sabemos que después cuando competimos al nivel del mar nos sentimos súper bien y esa seguirá siendo nuestra preparación para los próximas competencias”, le dijo a la Agencia EFE Brea, de 28 años.
Eso le permitió tener mucho más fondo en las exigentes competencias disputadas en San Salvador, especialmente en los 1.500 metros que fue la última prueba que ganó tras haberse impuesto esa semana en el maratón y en los 5.000 metros, según reveló.
“Salí súper rápida, ya se estaba notando el cansancio de las competencias, pero no perdí la concentración. Sabía que el 1.500 iba a ser otra prueba exigente, pero gracias a Dios las piernas respondieron, tenía bastante fuerza, más de la que pensaba y pude lograr esa medalla de oro”, aseguró.
MARVIN BLANCO, LA PIEZA CLAVE
El veterano fondista venezolano Marvin Blanco, multicampeón regional que ha sobresalido en los 3.000 metros con obstáculos, es una pieza clave del rompecabezas que ha permitido a Brea tomar un nuevo impulso en su carrera. No sólo es su pareja, sino que se ha convertido también en un entrenador que logra sacar lo mejor de ella.
“La clave de todo, lo que pienso que me ha hecho mejorar y acercarme a mi mejor versión, ha sido entrenar con mi pareja, Marvin Blanco. Es una persona que está día a día conmigo, me ayuda mucho en los entrenamientos, me acompaña en todo momento”, contó.
La venezolana enaltece el valor del trabajo que hace su compañero: “Él sabe cuando me siento mal, cuando me siento bien, si duermo bien, si duermo mal, cuando tengo día de bajones y esa es la clave, tenerlo a él día a día y adaptar los entrenamientos a cómo me siento yo”.
Sin embargo, él no es el único que juega un papel fundamental en su preparación: una de sus hermanas menores, Edymar, entrena y hasta compite con ella, como ocurrió en San Salvador en la prueba de los 5.000 metros en la que terminó en el sexto lugar.
“Mi familia para mí es lo más importante y el hecho de que mi hermana esté conmigo en ciertos entrenamientos, que me acompañe, es algo muy motivador, pues así no me siento muy abandonada porque tengo a mi mamá y a mis otras hermanas lejos. Es una alegría para mí compartir estas experiencias con ella”, detalló.
Brea sabe que lo conseguido en San Salvador ya hace parte del pasado y por eso está pensando en el futuro, para el cual se seguirá preparando en la altura y tiene un objetivo claro: clasificar a los 5.000 metros de los Juegos Olímpicos de París.
“Ahora queda mucho recorrido, pues tenemos el Mundial en agosto, los Panamericanos en noviembre, es una competencia más. Ahora a descansar un poquito y enfocarnos en lo que viene para trabajar por esa mínima olímpica de los 5.000 metros”, concluyó.
EFE