Después del Reino Unido, Francia. Suministrándole a Kiev misiles de largo alcance Scalp, también conocidos como “Storm Shadow”, París le facilita a Ucrania la posibilidad de atacar en profundidad.
Este misil crucero, desarrollado conjuntamente por Francia y el Reino Unido, se lanza desde un avión de combate. Londres anunció en mayo que le entregaría proyectiles de este tipo a las fuerzas ucranianas y, días después, Rusia anunció haber interceptado un “Storm Shadow” en el marco del conflicto en Ucrania.
El martes, una fuente militar francesa sostuvo que los Scalp ya estaban en el terreno. “Fueron entregados mientras nuestro presidente lo anunciaba”, precisó esta fuente a la AFP, al margen de la cumbre de la OTAN en Vilna.
Con el frente extremadamente estable desde el pasado invierno, pese a la voluntad ofensiva de ambos bandos, el misil crucero permitirá que el ejército ucraniano pueda golpear más allá de la línea del frente.
Tiene un alcance de más de 250 km, mayor al del resto de armas suministradas a Kiev por las potencias occidentales, lo que le permitirá llegar a zonas del este del país controladas por los rusos.
Esta capacidad reforzará “el enfoque actual” de las fuerzas ucranianas, que intentan “avanzar lentamente para proteger a sus fuerzas y reducir sus pérdidas lo máximo posible”, explicó a la AFP Ivan Klyszcz, investigador en el Centro Internacional para la Defensa y la Seguridad (ICDS), en Estonia.
“Marcar la diferencia”
Con estos misiles, “algunos aviones de combate operando desde un espacio aéreo seguro pueden marcar la diferencia”, apuntó en junio Dylan Lehrke, analista de la empresa privada británica de inteligencia Janes.
“Las fuerzas rusas pueden impedir que los aviones ucranianos accedan al espacio que hay por encima de los territorios que controlan, pero no fueron capaces de defenderse de los ataques en profundidad”, sostuvo.
Kiev llevaba tiempo reclamándolos pero las potencias occidentales dudaban si debían entregárselos, por “temor a que Ucrania pueda golpear más allá de los territorios ucranianos ocupados, incluso en Rusia”, consideró en mayo el gabinete de ideas neoyorkino Soufan Center.
Con estos misiles, el cuartel general de la Marina rusa en el mar Negro, en Sebastopol (Crimea), estará al alcance de los ucranianos, así como varias ciudades rusas fronterizas, subrayó el Soufan Center.
Aún así, tanto el Reino Unido como Francia insistieron en el uso estratégico restringido de estas armas.
Según Londres, los misiles deben “permitir que Ucrania repela a las fuerzas rusas establecidas en el territorio soberano de Ucrania”.
Por su parte, Macron recalcó que los Scalp se suministraron para “permitir que Ucrania defienda su territorio”, excluyendo implícitamente cualquier uso para atacar a Rusia en su territorio. AFP