El calvario de la chica que contrató a un amigo como sicario para librarse de las violaciones de su papá

El calvario de la chica que contrató a un amigo como sicario para librarse de las violaciones de su papá

Desde sus 11 años, Cheryl sufría abusos sexuales por parte de su papá, James Pierson

 

 

 





Cheryl fue abusada por James Pierson desde sus 11 años. Cuando vio que su hermana menor estaba en peligro decidió terminar con el horror. Para eso, contrató a su compañero de banco del colegio por 1.000 dólares. Cómo siguió la vida de la chica y qué ocurrió en el juicio en su contra.

Por infobae.com

Todas las mañanas Cheryl Pierson dejaba su casa en Long Island con cierto alivio. Salía rumbo a la preparatoria de Long Island, en uno de los suburbios del estado de Nueva York cercanos a Manhattan. Frente a su casillero siempre la esperaba su novio Robert Cuccio, el capitán del equipo de básquet del colegio. Abría su locker y adentro había una foto de la joven vestida de animadora prendida al brazo de su pareja. Los chicos y chicas pasaban por el pasillo y los miraban para ver que hacían.

Cheryl y Robert se sentían observados y les gustaba. Eran la pareja más popular de la escuela de Long Island. Sin embargo, la chica escondía detrás de esa máscara los horrores que vivía en su casa a diario.

Abusos sexuales desde la infancia

Desde sus 11 años, Cheryl sufría abusos sexuales por parte de su papá, James Pierson. La chica siempre recordará la primera vez que sufrió el ataque de ese hombre que odiaba. James conducía su auto. Llevaba a su hija a visitar a su madre que agonizaba en el hospital.

Cheryl, su papá violador y su pequeña hermana a la que salvó de las garras del monstruo
Cheryl, su papá violador y su pequeña hermana a la que salvó de las garras del monstruo

El hombre llevaba una mano en el volante y otra sobre las piernas de su hija. Muchos años después, cuando pudo hablar del tema, Cheryl recordó que su papá la obligaba a acostarse con él en la cama. Le decía “vos sos mi novia” mientras la abusaba. De esa forma, llegaba a violarla hasta dos veces por día.

La vida de la chica dentro de la casa de Long Island era un infierno que incluía, además de abuso sexual, violencia física. Por eso cada vez que cerraba esa puerta para ir al colegio Cheryl se sentía aliviada.

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