En un rancho a punto de desplomarse, reside una pareja de abuelos en el sector 19 de Abril en plena avenida Bella Vista de Maturín, luego que un incendio arrasara su vivienda el pasado 4 de febrero de este año. A pesar de las promesas del chavismo, los adultos mayores no han recibido ningún tipo de ayuda por parte de los entes del gobierno.
Corresponsalía lapatilla.com
Luego del siniestro donde lo perdieron todo, la pareja de la tercera edad fueron llevados a un refugio, pero al mes decidieron regresar a lo que quedó de su casa y con láminas de zinc viejas y oxidadas, levantaron la improvisada vivienda. Afirmaron que la decisión de salir del refugio donde estaban se debió a las malas condiciones en que estaban.
Ramón Martínez de 62 años quien reside con su esposa Teresa Figueroa de 75 años, contó que no cuentan con una cocina por lo que deben usar un fogón para preparar los alimentos. Aseguró que el chavismo les ofreció una cocina y unos colchones, pero cuando fueron a buscarlos, les dijeron que fueron entregados a otras personas.
“Nosotros no tenemos nada, ni lavadora, nevera, cocina, el ventilador que teníamos se quemó y en el día no podemos estar dentro del rancho porque el calor es sofocante. Mi esposa sufre de la tensión y de problemas respiratorios y por eso no puede estar cocinando en el fogón porque el humo le hace daño. Cuando llueve vivimos atemorizados porque la parte de afuera se acumula y el agua hasta se mete dentro de la casa”, relató Martínez.
Agrega que no es fácil vivir en estas condiciones que califica como “deprimentes” por la pobreza en las que viven. Con desechos es que medio han podido levantar la humilde vivienda. Aunque tienen hijos, no les han prestado apoyo ni un espacio les ofrecieron para estar.
“Aquí nadie ha venido a brindarnos una ayuda de absolutamente nada, el gobernador ni la alcaldesa a traer algo. Estamos olvidados por completo, solo nos ofrecieron unas cosas pero quedó en promesa. En mi caso uso Losartan para la tensión y cuando puedo es que las compro. Comemos dos veces al día, con algún bono que nos cae a veces y lo que uno hace para sobrevivir, como no tenemos nevera, la comida se nos daña y lo que uno prepara en la mañana no lo puede guardar para la tarde”, expresó Teresa Figueroa.
Esperan que las autoridades les brinden la ayuda necesaria ante el peligro que corren, ya que es un rancho construido de forma improvisada y pudiera derrumbarse en cualquier momento.