A principios de los años 80, las figuras de Michael Jackson y Freddie Mercury ya se habían consagrado como estrellas. Mercury lo había hecho de la mano de Queen a lo largo de la década anterior con temas como Killer Queen, Somebody To Love y por supuesto, la emblemática Bohemian Rhapsody.
Uriel Monterrubio // INFOBAE
Por su parte, Jackson sorprendió a toda la industria musical desde sus años infantes junto a los Jackson 5, y con su debut como solista en 1972 con el álbum Got To Be There, se auguraba una extraordinaria carrera para el joven cantante, lo que reafirmó gracias a su histórico álbum Thriller de 1982.
La influencia de Michael Jackson en Queen
Debido a la trayectoria de los artistas, existía un gran respeto y admiración de ambas partes. Esto llegó a tal punto que en repetidas ocasiones, Michael llegó a estar entre el público de los conciertos de Queen confesándose como “un gran fan de Freddie Mercury”, tanto por su extraordinaria habilidad vocal como por su puesta en escena que lo consagraron como el más grande showman de todos los tiempos (lugar que muchos consideran comparte con el mismo Michael).
Jackson también tuvo una enorme influencia en Queen, de hecho, se podría considerar que gracias a él consiguieron el mayor éxito de su carrera. En el año de 1980, la agrupación conformada por el guitarrista Brian May, el baterista Roger Taylor, el bajista John Deacon y por supuesto Mecury en la voz, se encontraban grabando The Game, su octava producción discográfica, para la cual, armaron la maqueta de la pieza que poco después sería conocida como Another One Bites The Dust.
En un principio, la banda no estaba segura de lanzar esta pieza, pues suponía un cambio muy drástico para el sonido de Queen. Sin embargo, un joven Michael Jackson se acercó al conjunto y quedó maravillado, insistiéndoles no sólo para que la sacaran a la luz, sino para que fuera lanzada como sencillo del álbum.
¿Cómo logró convencer al cuarteto? Con una de las frases que quedarían grabadas en piedra en la historia de la música: “Freddie, necesitas una canción que haga bailar a las chicas. Es una canción fantástica… Chicos, están locos si no la publican”
Fue así que Queen lanzó su primera canción posicionada en el número 1 del Billboard Hot 100, todo gracias a Michael Jackson.
En este contexto, parecía sólo cuestión de tiempo para que las dos voces se unieran en una sola canción, y por un fugaz momento, eso pudo ser realidad.
Más detalles en INFOBAE