Felipe VI ya ha arrancado su agenda estival en Mallorca. Tras recibir este jueves a varias autoridades de Baleares, el rey se está entrenando para participar en la 41ª Copa del Rey de Vela, que arranca oficialmente este sábado y celebrará su primera regata el lunes en la bahía de Palma.
Por Infobae
Un año más, el monarca formará parte de esta competición náutica que supone uno de los pocos símbolos de continuismo entre el reinado de Juan Carlos I y el de su hijo. Y es que aunque Felipe ha querido desvincularse por completo de la sombra de su padre, la vela sigue siendo una tradición familiar que se mantiene. De hecho, emérito y monarca han participado a la vez en regatas esta semana, aunque a más de 1.000 kilómetros de distancia.
Sin embargo, esta vocación por la náutica podría acabar tras la era Felipe, pues ni la princesa Leonor ni la infanta Sofía están vinculadas al mundo de la navegación, siendo las únicas nietas de los reyes eméritos que no cuentan con formación en este ámbito.
El motivo por el que la sucesora al trono y su hermana han roto con la tradición histórica de los Borbón no sería otro que el empeño de Letizia por apartar la imagen de la actual Corona de la figura de Juan Carlos, quien actualmente reside en Abu Dabi para evitar que sus escándalos salpiquen a la monarquía española.
Fue precisamente el emérito quien inculcó a Felipe y a sus otras dos hijas, Elena y Cristina, la pasión por la navegación. Juan Carlos heredó esta afición de su padre, Juan de Borbón, y desde muy joven destacó en competiciones nacionales, europeas y mundiales. Así, cuenta con un importante palmarés entre el que destacan seis trofeos de Copa del Rey, dos Campeonatos del Mundo y tres Campeonatos de Europa en la categoría de seis metros.
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