Nos encontramos en Kioto el centro religioso del país, en el templo Kennin-ji, que forma parte de los cinco templos del budismo zen más importantes de esta ciudad. Fue fundado por el monje Eisai en el año 1202, y es el más antiguo de la región. En este recinto estudió el monje Dogen Senji, que a su vez estableció, en 1244, la corriente del budismo Soto, llamada solo sentarse (shikan-taza), como única vía para llegar al nirvana.
Lo que he experimentado a través de esta vivencia ha sido muy significativo, puesto que el acercamiento al budismo y a la meditación zen, la había iniciado hace más de cincuenta años.
La influencia del budismo zen llegó a mí al menos por dos vías, una autóctona, en Venezuela. Ocurrió que Serge Raynaud de la Ferrière, astrólogo y escritor francés, arribó a Caracas a finales de 1947, y funda, en el año 1948, en esta ciudad, la Gran Fraternidad Universal, grupo de estudio y práctica, que, hacia énfasis en la astrología, el yoga, el vegetarianismo, la meditación y las prácticas esotéricas. Poco después, estableció en Maracay un Centro mundial.
En las cercanías del Parque del Este, funcionaba una sede de la Gran Fraternidad Universal, fue entonces que acudí, en 1970, para tomar clases de yoga, y allí aprendí la meditación.
Por otra parte, a inicios de los años setenta, el budismo zen se había puesto de moda en Estados Unidos, en la época de los Beatles, quienes habían viajado a la India a entrenarse en la meditación universal con el Maharishi Mahesh Yogi, estaba también en boga el método de meditación Silva. Yo me encontraba estudiando en la Universidad de Illinois y es así, que por ambos caminos, convertimos la meditación en una práctica de vida.
Si usted quiere cruzar la puerta al Nirvana utilizando el método zen de Rinzai basado en los koan, que son una paradoja, responda a esta pregunta, ¿cuál es el sonido de una sola mano? Katz!
Economista/ Master en Finanzas/Historiador. https://gerardolucas.wordpress.com/