El jugador del Real Madrid ha subido a su Instagram una ‘storie’ en la que aparece junto al gran protagonista del mercado de fichajes, que cada vez parece más cerca de enrolarse en las filas blancas.
Por infobae.com
Las fotos que los futbolistas se toman juntos en verano las carga el diablo. Cómo olvidar aquella que se hicieron Gerard Piqué y Neymar a finales de julio de 2017, con el recordado “Se queda” como nota al pie del primero… antes de que el segundo abandonase el Barça rumbo al PSG. Idéntico equipo al que pertenece, todavía, un Kylian Mbappé que protagoniza ahora una instantánea que también promete traer cola. En este caso, en clave Real Madrid y con un acompañante que da pie a que las expectativas y la rumorología se disparen: Rodrygo.
Ha sido el brasileño el que ha colgado este sábado, a través de Instagram, una imagen que ya vuelve locos a propios y extraños. Encabezada por un “KM” gigante, junto al emoticono de la llama, Goes también menciona al principal protagonista del mercado de fichajes del fútbol. La storie muestra a ambos de fiesta en la localidad italiana de Cerdeña, donde han coincidido. El look que lucen no puede ser más veraniego, con mención especial para las gafas de sol del atacante madridista.
La fotografía llega en un momento de especial auge del culebrón de Mbappé, cuya continuidad en París cada vez parece más utópica. En su actual club están dispuestos a relegarle al ostracismo si no cede y se marcha traspasado: de momento, se entrena con los descartados y está apartado, habiéndose quedado fuera de la gira de pretemporada que el PSG realizó por Japón y Corea del Sur.
Si la postura de los rectores del campeón francés no puede ser más clara (vender a toda costa y no permitir que el jugador se marche gratis en 2024), lo mismo se puede decir de Mbappé: la prisa brilla por su ausencia, y si se va antes del próximo verano — los réditos económicos relativos a su actual contrato y a las primas de fidelidad llevan a que no le importe quedarse —, todo apunta a que lo hará al Madrid. En Concha Espina también reina la calma, esperando acontecimientos mientras el equipo parisino es todo un polvorín.
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