Un joven quiso encontrarse con su ídolo en la llegada del Inter Miami a la ciudad en la previa al partido por los octavos de final de la Leagues Cup.
Por infobae.com
El desembarco de Lionel Messi en el fútbol de los Estados Unidos generó una revolución. Desde grandes estrellas del deporte y espectáculo, incluso personas de todas las edades, nadie quiere perderse la oportunidad de poder ver al mejor futbolista del mundo vestido con la camiseta del Inter Miami.
Por primera vez desde que debutó con el equipo rosa, el astro rosarino tuvo que subirse a un avión con el resto de sus compañeros para disputar un encuentro en otra ciudad. Esta vez le tocó viajar con destino a la costa Oeste, ya que el conjunto que dirige Tata Martino jugará por el pase a los cuartos de final de la Leagues Cup frente al Dallas FC.
Justamente, tras el arribo de los futbolistas y el resto de la delegación del equipo que tiene como cara conocida a David Beckham a la ciudad, se produjo una situación que inquietó a la seguridad del lugar. Después que Sergio Busquets y Josef Martínez bajaron del micro para ingresar al hotel, un fanático del argentino logró sortear la valla de seguridad y llegó a metros del histórico número 10 de la selección argentino.
Un agente logró detenerlo sin mayores inconvenientes y luego fueron tres policías de Dallas los que se acercaron para retener al joven. En las imágenes que se pudieron ver por ESPN y el programa SportsCenter, se puede ver como los esposaron tras lo sucedido. Luego de unos minutos, el hombre fue liberado y habló para las cámaras de la TV.
“Sí, vivo aquí”, fueron las primeras palabras del joven latino tras la pregunta del periodista Diego Monroig. “Ya sabemos más o menos los riesgos, pero era una oportunidad única. He estado toda mi vida esperando un momento así. Siempre lo veo por televisión, estoy tan cerca y dije ‘qué más toca? arriesgar un poco’”, agregó tras ser consultado de por qué había tomado la decisión de intentar llegar hasta Messi para saludarlo.
“¿Estuviste cerca? ¿Te miró?”, le preguntó el cronista, a lo que el hombre le respondió: “Lo vi cuando bajó del autobús. Cuando ya llegué al punto, ya ellos pasan muy rápido y creo que no me vio”. Luego de eso, el periodista le consultó por la situación con la policía tras su detención momentánea. “¿Cuándo te esposaron tuviste miedo?”, fue la pregunta del cronista. “Mucho, mucho. Pero quería conseguir la firma de esto… Quería la firma aquí para tatuarlo, también”.
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