La familia del jefe de la Policía de Miami-Dade, Freddy Ramírez, quien se recupera de las heridas sufridas en un intento de suicidio, dijo este lunes que se salvó de morir gracias a que su esposa desvío el tiro agarrándole la mano y negó que hubiera habido una “agresión física” entre ellos.
El caso de Ramírez, que fue reemplazado temporalmente en el puesto, está dando mucho que hablar y no hay día en que no surjan nuevas informaciones acerca de lo ocurrido el 23 de junio antes de que intentara quitarse la vida al costado de una autopista en Tampa (costa oeste de Florida), después de haber asistido a una reunión de alguaciles en un hotel de esa ciudad.
La firma de abogados que representa a Ramírez, de 52 años, y su familia publicó un comunicado en las últimas horas para desmentir que horas antes del intento de suicidio el jefe policial se apuntó a la cabeza con su arma reglamentaria en el hotel de Tampa donde estaba alojado, como afirma un supuesto testigo.
El testigo dijo que vio al matrimonio Ramírez discutiendo en su habitación y que en un momento él sacó la pistola y se apuntó a sí mismo mientras gritaba “esto se va a acabar ahora”.
Citando a Jody Ramírez, la esposa del jefe policial, el comunicado niega que eso sucediera: “es falso y la afirmación no está sustentada ni por las cámaras ni por otros testigos”.
Además, Jody subraya que “no hubo ni un atisbo de agresión física” entre ellos.
De acuerdo con informes policiales, varios agentes se presentaron en medio de una “discusión verbal” en la habitación de los Ramírez y, tras esposar al jefe policial, le preguntaron a ella si, como afirmaba el testigo, su esposo se había apuntado a la cabeza con el arma, lo que ella negó.
Antes de quitarle las esposas le preguntaron a Ramírez si quería hacerse daño a sí mismo u a otras personas y si tenía pensamientos suicidas y él respondió “no” a ambas preguntas, tras lo cual lo dejaron libre porque consideraron que su caso no entraba en una ley de Florida que permite retener a personas con problemas mentales.
Horas después Ramírez intentó quitarse la vida de un disparo al costado de una autopista cuando se dirigía junto a su esposa en automóvil de regreso a Miami.
“Es evidente que ser esposado es un evento profundamente perturbador para cualquiera que lo experimente. Fue especialmente así para un líder tan distinguido de las fuerzas del orden, con un historial intachable de más de 28 años de servicio ejemplar en la protección del público”, dice el comunicado de la familia.
“Después de los eventos seriamente perturbadores y confusos que les habían sucedido, durante el viaje a casa, con ambos aún desconcertados y angustiados, Jody pudo agarrar el brazo de su esposo de modo que la herida resultante fue grave pero no fatal. Ella salvó la vida de Freddy”, agrega.
El comunicado agradece el apoyo y los buenos deseos de muchas personas para que Freddy Ramírez se recupere y al mismo tiempo lamenta la desinformación “dañina” que está surgiendo en torno al caso que tiene como protagonista a “una familia fuerte anclada en un matrimonio de 30 años de amor y profundo respeto mutuo”.
“Jody solicita respetuosamente que sus hermanas y hermanos en la aplicación de la ley, así como los miembros del público, aprecien lo extraordinariamente doloroso y desafiante que ha sido este momento. Ella no hará comentarios y permanecerá dedicada a la recuperación de Freddy, esperando el momento en que salgan juntos del hospital”, agrega.
Ramírez ha sido operado varias veces y, según informaciones de prensa, perdió uno de los ojos por el disparo.
EFE