El vínculo que mantenían Daniel Sancho y su víctima, Edwin Arrieta Arteaga, sigue siendo un misterio: ¿eran amigos?, ¿pareja?, ¿amantes? Los datos que se han ido revelando en los últimos días reflejan una relación de interés en la cual el cirujano plástico ofrecía su dinero e influencias a cambio de la compañía del chef. En internet, este tipo de prácticas se conocen como “Sugar dating”, y España es el quinto país en número de personas registradas a páginas web de sugar dating.
Por larazon.es
Este tipo de relación “pseudo-romántica” implica a dos sujetos que se denominan “Sugar Daddy” y “Sugar baby”. El primero suele ser una persona mayor de alto nivel económico, mientras que el segundo es una persona más joven. Cada pareja establece los límites de su relación, ya que no todas mantienen relaciones sexuales, pero hay una serie de rasgos que son básicos para definir este concepto. El Sugar Daddy suele pagar a su acompañante con dinero, regalos y viajes, mientras que el Sugar baby tiene que mostrarse como alguien educado y estar siempre disponible para atender a las necesidades de su benefactor. A menudo, un Sugar Daddy ejerce como mentor, aconseja y guía a su joven pareja a la hora de tomar decisiones importantes. En internet, se considera un estilo de vida y algunos jóvenes financian sus estudios mediante el dinero que reciben de sus Sugar daddies.
En muchos casos, este tipo de relaciones derivan en conflictos debido al desequilibrio que existe entre las dos partes. Esta situación afecta especialmente a los adolescentes y a los jóvenes vulnerables, personas que perciben esta relación como un “intercambio”, sin saber que es una forma de explotación.
En sus primeras declaraciones, Daniel Sancho describió su relación con Edwin Arrieta como una “jaula de cristal”. Todo indica que ejerció como Sugar Baby del cirujano colombiano y que en algún punto las reglas que impusieron para delimitar la relación se rompieron, llevando a Daniel a tomar una macabra decisión.