La Nasa rompe barreras: cómo es el X-59, el avión que desafía la velocidad y el ruido 

La Nasa rompe barreras: cómo es el X-59, el avión que desafía la velocidad y el ruido 

El jet experimental de la NASA X59 podría volar este año, según las autoridades aeronáuticas (NASA)

 

 

 





Una de las razones por las que los aviones supersónicos no vuelan más es por el gran ruido que hacían al romper la barrera del sonido. Así, aviones como el Concorde o el ruso Tupolev 144 que a principios de este siglo dejaron los cielos del mundo, así lo reseñó INFOBAE.

Ahora, el nuevo avión supersónico X-59 de la NASA, llamado también “hijo del Concorde” está realizando sus últimas pruebas para volar a la velocidad del sonido, pero sin emitir elevados niveles de ruido.

El X-59 QuessT (”Quiet SuperSonic Technology o tecnología silenciosa supersónica) es un jet experimental que tiene como objetivo reducir la cantidad de estampido sónico producido por los aviones que rompen la barrera del sonido.

En lugar del estruendo que sacude el suelo producido por los chorros que alcanzan la velocidad del sonido, o Mach 1, se espera que el X-59 solo genere un golpe similar al sonido de la puerta de un automóvil cercano que se cierra de golpe, es decir, solo 75 decibeles de nivel percibido (PLdB). Para poner en contraste estos números, una conversación se sitúa en unos 60dB, mientras que una aspiradora alcanza los 90dB.

Lockheed Martin, que está construyendo el avión a través de sus instalaciones de fabricación de aeronaves avanzadas Skunk Works en Palmdale, California, compartió un video esta semana que muestra el X-59 saliendo del hangar luciendo casi listo para probarse en los cielos.

Como se puede apreciar en el video, el avión tiene todo el fuselaje completo y ensamblado. Entre sus dimensiones se encuentran 29 metros de largo y una superficie alar de 9 m. Su peso máximo de despegue será de 14.700 kg y se estima que la aeronave será capaz de alcanzar una velocidad crucero de Mach 1.42 (1510 km/h) a 55.000 pies de altura (16.800 m). Mediante su diseño poco convencional, de un fuselaje largo y angosto y canards (alerones laterales) para evitar que las ondas de choque se fusionen mediante la reacción física llamada coalescencia, se espera que el ruido del avión desde el suelo sea de alrededor de 60 decibelios.

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