Desde que el traidor mayor, el mal nacido en el estado Barinas, hoy felizmente difunto, le declaró la guerra a Norteamérica, su gobierno y su gente, tildandolos de mil maneras denigrantes, llamando diablo a su presidente George W. Bush, expulsando a su embajador en Venezuela, muchas veces en declaraciones los llamó “yanquis de mierda” agregando que su sistema capitalista es la mayor amenaza del mundo. No hubo pues epíteto humillante y vejatorio con el que Hugo Chávez no se refiriera a uno de los países con más poder del mundo. Un resentimiento copiado de sus mentores y amos: los chulos del Caribe, a los que les entregó nuestra patria. Este contexto y recordatorio es necesario mis respetados lectores, pues el discurso continúa por parte de los nefastos y no menos traidores herederos de esta peste llamada narcochavismo. Que el imperio es lo peor, que el capitalismo es malo y que los gringos son la peor especie y pare de contar, pura hipocresía, pues aman el capitalismo, el más salvaje, los lujos, las marcas, las comilonas, los yates y las mansiones, eso sí, mientras hambrean y riegan migajas al pueblo, el mismo que en su discurso cacarean diciendo que los salvarán de la miseria, los fariseos del siglo XXI es lo que realmente son.
Dentro de esa retórica están las tan mencionadas sanciones que los EE.UU aplicaron al narcorégimen de Venezuela desde el año 2017 y que por inexplicables razones han sido aliviadas a partir del año 2021 con la llegada de Joe Biden al poder, ciertamente han asfixiado a los narcochoros, los tiene incómodos, les pica y los mortifica aún a pesar de que les han levantado algunas, siguen utilizando a algunos voceros que se hacen pasar por opositores (alacranes) para pedir el levantamiento de dichas sanciones. Es importante reiterar las veces que sea necesario que las sanciones comenzaron en el año 2017 y ya para esa época ya habían saqueado y arruinado al país y ahora lo toman como excusas para todo lo que no funcione o falte en nuestra patria, la realidad es que afecta a los enchufados que odiando al imperio se entregan y cantan para seguir viviendo en el tan odiado capitalismo.
Fue un grave error aflojar las sanciones con la mera esperanza de que Nicolás Maduro permitiera una apertura política en Venezuela algunos le siguieron creyendo a ese capo o son cómplices de esta tragedia, esta crisis humanitaria. Los resultados ahora son claros: la situación política es peor, la represión es más dura y hay cero posibilidades de elecciones libres en 2024 y Maduro ha tenido el cinismo en afirmar que sí no le levantan las sanciones, no habrán elecciones libres al mismo tiempo dejan correr la bola de que adelantarán las elecciones para este año, todo es parte de la guerra contra las elecciones primarias, porque aunque han inhabilitado candidatosa diestra y siniestra e inscrito a sus arrastrados alacranes tienen pánico a ver los números que los hunden cada segundo más.
Dentro de este tejemaneje de las sanciones, esta semana la justicia portuguesa ordenó a un banco de Lisboa que entregue mil quinientos (1500) millones de dólares a la dictadura, es parte de un dinero que tienen colocado allí pero gracias a las sanciones de las que es objeto el banco venezolano (BANDES) no los podrán recibir, así que se quedaron con los crespos hechos.
Como venezolano apoyo las sanciones en contra de esa organización narcocriminal que nos ha hecho tanto daño a millones de personas y ha quebrado todas las importantes industrias del país. Increíble lo que hicieron los gobiernos de Chávez y Maduro con PDVSA después de tener un emporio súper productivo, entre ellas la empresa ubicada en los EE.UU, ahora es una empresa arrruinada; CITGO por ejemplo está siendo rematada por un juez federal para cancelar deudas dejada por el intergaláctico de las expropiaciones que nunca pagó, por veinte mil (20.000) millones de dólares. Recordemos que CITGO tenía siete refinerías en los EE.UU en el año 1999 cuando llegó Chavez al poder y ya se perdieron o remataron cuatro de las siete, teniamos el 50 % de las acciones de las refinerías de Jamaica, República Dominicana, y otras siete aquí en Europa, hoy en día acabaron con todo y las remataron todas. Si ahorcaron a la gallina de los huevos de oro, PDVSA, sin olvidarnos de la millonaria corporación de las empresas de Guayana hoy destruídas, los 5 millones de hectáreas expropiadas o robadas, hoy abandonadas. obviamente, dinero que agarren se lo robaran, por esos ejemplos y muchísimos más, por eso y más estoy de acuerdo con que las sanciones se mantengan hasta que Venezuela sea libre y se cuente con ese dinero retenido producto de las sanciones para el comienzo de la reconstrucción de la patria. Desde la cárcel del exilio les pido a los venezolanos que no podemos perder la fe, hay que tumbarlos de cualquier forma y sin duda muchos de ellos saldrán con los pies hacia delante pues no soltarán lo que los enriquece; sólo así Venezuela renacerá, resplandecerá y volveremos a reencontrarnos en nuestra amada patria.
Entre ceja y ceja tengo mi empeño de luchar contra el comunismo hasta el final de mi vida, cada segundo, sin pausa y con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA
José Gregorio Briceño Torrealba
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