Frente a las sospechas que se vierten sobre el cirujano colombiano Edwin Arrieta, presunta víctima de Daniel Sancho, su familia aclara que los 80.000 dólares que tenía en su hotel de Tailandia eran para comprar aparatos de cirugía estética en el país asiático.
Por okdiario.com
La Policía tailandesa halló la fuerte suma de dinero junto a una valiosa cadena de oro durante el registro de la habitación que Daniel reservó en un hotel diferente del complejo donde se halla el bungalow donde se produjo el crimen.
En esa habitación los investigadores tailandeses hallaron los 80.000 dólares en un cajón y algunos aprovecharon para arrojar todo tipo de sospechas sobre la víctima. Su hermana, Darling Arrieta, ha despejado las dudas asegurando que su hermano tenía la intención de comprar maquinaria para realizar intervenciones de cirugía estética facial en su clínica de Colombia.
Las aclaraciones de la hermana de Edwin Arrieta cobran sentido si se revisa el calendario internacional de actividades comerciales del sector de la cirugía plástica y estética. Una de las ferias más importantes relacionadas con la actividad se celebra en Bangkok (Tailandia) precisamente a finales de este mes de agosto.
Igualmente, tampoco se han podido argumentar ninguna supuesta relación con actividades delictivas de la víctima o su entorno. Más bien, tanto allegados a Edwin como a Daniel Sancho han confirmado que la víctima estaba dispuesta a invertir en los negocios que se le proponían porque su intención era abrir clínica en Madrid en el año 2024.
La familia de la víctima llega aún más lejos, las amistades más cercanas al cirujano, entre ellas su amiga Viviana, han confirmado que Edwin le entregó 10.000 euros a Daniel Sancho para entrar en la sociedad que gestionaba un restaurante supuestamente vinculado al joven español. Tras consultar los correspondientes documentos mercantiles, se constata que Daniel no formaba parte de la sociedad de propietarios del restaurante y tampoco Edwin. Igualmente, el abogado de Daniel Sancho en España ha confirmado que no conocía ni una sola relación comercial entre ambos.
Sí se confirma que existía una fuerte relación entre la víctima y su supuesto verdugo. De hecho, la policía tailandesa habla abiertamente sobre la posibilidad de que el móvil del crimen esté constituido por una serie de factores sentimentales y económicos entrecruzados.