La ciencia confirma una y otra vez que una alimentación saludable y actividad física es el tratamiento más eficaz para prevenir las grandes enfermedades no transmisibles que nos afectan y, además, carece de efectos secundarios. Y, a pesar de la evidencia, pocos son los que cumplen a largo plazo con las recomendaciones dietéticas de las autoridades sanitarias, así como tampoco llegan a los mínimos de ejercicio aconsejados por la OMS (para los adultos de hasta 64 años, entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, y dos días a la semana de fortalecimiento muscular).
Por El Confidencial
Pero los científicos son incansables al desaliento y no paran de buscar argumentos para convencer a la población de que vigile la dieta y, sobre todo, de que deje a un lado el sedentarismo. No hace falta matarse en el gimnasio: caminar a buen paso, trotar, montar en bicicleta, subir escaleras, hacer sentadillas o levantar peso son actividades sencillas con resultados sorprendentes.
Estudio japonés
Científicos japoneses han encontrado que hacer entre 30 y 60 minutos a la semana ejercicios para fortalecer la musculatura reduce del 10% al 17% el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes (las principales causas de defunción, según la OMS). Si, además, se combina con actividad aeróbica, los beneficios se disparan, hasta el punto de que la posibilidad de fallecer por un cáncer cae un 28% y un 46% la de muerte por una enfermedad cardiovascular, destacan en un artículo publicado en el ‘Journal British of Sports Medicine’.
Para la investigación, el equipo liderado por Haruki Momma, del departamento de Medicina y Ciencias del Ejercicio de la Universidad de Tohoku, ha llevado a cabo un metaánalisis basado en 16 estudios (de Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Australia y Japón) que incluyen hasta 480.000 adultos sin problemas de salud relevantes. Todos los estudios evaluaban el efecto sobre diferentes enfermedades del fortalecimiento muscular -a través de ejercicios con bandas elásticas, flexiones, abdominales, levantar pesas, etc- y la actividad aeróbica.
Analizando solo el cáncer, los investigadores han encontrado que ejercitar los músculos se asocia a un riesgo de cualquier neoplasia un 12% más bajo, un beneficio que aparece a partir de los 30 minutos a la semana y hasta un máximo de 130 minutos. Si se combina con ejercicio aeróbico, la posibilidad de cáncer se reduce un 28%.
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