La vida de José Ángel Hill es la pieza más creativa que ha intervenido hasta ahora. Dibujar se convirtió en su pasión desde que tiene uso de razón. En su currículum ostenta la carrera de ingeniería mecánica, en sus manos hay talento y en su interior un gran artista, aunque solo prefiere identificarse como un “aprendiz”. Descubrió el verdadero valor en los elementos más comunes mientras que la diversidad de colores define su esencia latinoamericana.
Desde Maracay, su ciudad natal, alzó vuelo y probó suerte en Argentina y Polonia, siendo este último el país donde decidió establecerse. Meses atrás, revolucionó las redes por un retrato que hizo a la colombiana Karol G, pero este no es el único. Anteriormente, como parte de su apoyo hacia los personajes que admira, también hizo eco con una pintura dedicada a “la reina” Yulimar Rojas. La Patilla fue tras su historia para conocer al criollo artífice de este increíble trabajo y contó cómo salpica de alegría a las escuelas locales.
Por: Elizabeth Gutiérrez | lapatilla.com
El mundo del arte es un lienzo vasto y diverso, donde cada pincelada cuenta una vivencia única. Desde la “ciudad jardín” emerge la perseverancia y superación que hoy nos presenta José Ángel, un pintor cuyo testimonio es un fiel ejemplo de la capacidad humana de trascender fronteras y alcanzar sus sueños.
El germen de artista floreció en José a muy temprana edad. “En preescolar me gustaba dibujar, así que desde ese momento te puedo decir que me di cuenta que destacaba entre los niños de mi salón por la manera en que dibujaba”. Una pasión innata que evolucionó con el tiempo y culminó en una paleta de colores vivos y emociones palpables.
Pero antes de que sus pinceles bailaran en los lienzos, José Ángel transitó caminos diversos. Con una formación en ingeniería mecánica en Venezuela y un trabajo en una piñatería donde el arte se fundía con la celebración, su espíritu creativo encontraba vías inesperadas.
“Simultáneamente mientras estudiaba ingeniería en la mañana, en las tardes trabajaba en una piñatería donde hacíamos cosas para fiestas infantiles”, relató.
Ingenio que brilla en otras latitudes
La vida de este joven venezolano tuvo que expandirse en otras tierras. Sus pasos resonaron en Argentina por tres años antes de aterrizar en Polonia en 2019, unos meses antes del torbellino de la pandemia. Pero el camino del éxito nunca es un trazo recto y sin obstáculos, José Ángel tuvo que asimilar y enfrentar varios desafíos.
“Aprender el idioma de aquí fue un reto, el polaco. Luego, sí, estar lejos de mis seres queridos, de mis amigos y de mi familia fue una cosa que también me afectó. Causó un impacto en mí durante una temporada en que los extrañé mucho. Sin embargo, creo que lo más difícil ha sido aprender el lenguaje polaco, pero también es una etapa superada porque me defiendo. Hice un curso aquí durante dos años y medio”.
Esta experiencia solo ha servido para añadir capas de profundidad a su viaje. No obstante, la resiliencia y dedicación de Hill lo han ayudado a desenvolverse con tenacidad ante cualquier barrera presentada. “A cualquier cosa no le digo que no, le digo que sí y luego veo en el camino como me las apaño, pero sí me adapto a cualquier reto”, mencionó.
José Ángel, radicado en Polonia, ha logrado no solo establecerse en tierras lejanas, sino también plasmar su talento en las paredes de las escuelas que conforman su más reciente proyecto.
“Ahorita estoy trabajando en un proyecto grande en el que ya tengo más de un año. Me contrataron para pintar en varias escuelas que forman parte de una asociación”. Su pasión por el diseño artístico se entrelaza con su dedicación, demostrando que los sueños pueden materializarse con esfuerzo y determinación.
Cada cuadro es una ventana a su mundo interior, donde la creatividad fluye sin restricciones y el tiempo se convierte en un aliado en lugar de un enemigo. De tal manera, labra una profunda conexión con las ideas, trazos y matices. “Me puede llevar un día como me puede llevar un mes, es relativo. Dependiendo del tamaño y los detalles”, expresó con humildad.
Como parte de este proceso mágico y creativo, José Ángel se mantiene en constante evolución al estampar su don en numerosos cuadros que generan empatía desde el primer vistazo. En un estudio donde las pinturas son las protagonistas, los pinceles obedecen a su inspiración y estilo único. Después de tantos años, el criollo autodidacta se mantuvo distante de cualquier presunción y admitió que le falta desarrollarse aún más en su oficio para convertirse en el artista que sueña.
“Me considero un pintor aprendiz, porque la verdad es que siento que todavía sigo aprendiendo y sigo pensando que todavía me queda camino por recorrer. Considero que me falta un poquito para llegar a ser el pintor que deseo ser”.
Su arte viraliza entre las estrellas
Cuadros, murales, puertas y hasta pieles se convierten en el lienzo perfecto donde deja volar su imaginación. “En Venezuela hice bodypaint, llegué a pintar con aerógrafo y a realizar maquillajes artísticos”, explicó sin dejar a un lado el sello distintivo en cada una de sus obras. “Me gusta darle color a mis piezas, que queden bien vivas. Me encantan mucho los colores”.
El reconocimiento de centenares de personas a su trabajo no fue producto de la casualidad para José Ángel. Su predilección por algunas celebridades lo inspiró a crear un tributo especial que las honrara. Fue así como el “primer boom” que recibió en sus redes ocurrió cuando pintó a Yulimar Rojas, días después de que la venezolana obtuviera su primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos. “Eso ocurrió en 2021, hasta ese momento había sido la que más alcance generó”, comentó.
Pero su popularidad se disparó cuando al regresar de una corta visita a Venezuela y Colombia, llegó a Polonia con una artista “pegada” en la cabeza. La intérprete de “Mañana será bonito” despertó en José Ángel un intenso deseo por retratar su belleza y autenticidad.
“Cuando vi que salió con el pelo rosado fue como que este es el momento. Ella puso una foto bien bonita que me gustó y la pinté”. Seguidamente, José la compartió en redes, etiquetó a Karol G y lo que ocurrió luego lo dejó sin palabras.
“Ella la colocó en sus historias, no lo podía creer. Ha sido la artista con más seguidores que me ha reposteado y eso trajo también muchos seguidores a mi cuenta, y le agradezco porque de alguna manera me hizo saber que le gustó lo que pinté, pues siento que es su manera de hacérmelo saber”.
La práctica hace al maestro
Por otro lado, acotó que los retratos requieren mucha concentración, práctica y observación minuciosa. “No es una cosa que te va a salir así al mes o a los dos meses, no, toma bastante tiempo. Después que hayas pintado como 100 es que te empiezan a salir bien parecidos”.
“Ahora es que me dedico a los retratos, realmente me apasiona, me gusta mucho. Por eso, siempre considero que cuando voy a hacer una pintura estoy practicando. Por ejemplo, con Karol G, dije: ‘bueno, voy a practicar y vamos a ver cómo me sale’. Y es así como salen las grandes pinturas, porque si te sientas con la cuestión de que vas a pintar tu obra maestra, con la que te vas a hacer famoso, entonces no te va a salir, vas a estar frustrado y por eso me considero un aprendiz todavía, porque todavía siento que me falta mucho”, agregó.
José Ángel Hill es reflejo de que los venezolanos tienen la capacidad de reinventarse y compartir sus conocimientos para generar un impacto positivo en la sociedad. Su pasión por el arte matiza el bosquejo de su vida y evoluciona con un talento inigualable. Las aventuras de este maracayero apenas inician y ya está más que preparado para expresar con cada trazo sus emociones en dondequiera que vaya.
Hoy en día, apuesta por aprender diseño gráfico e incursionar en la ilustración digital “a mediano plazo”. Asimismo, resaltó que continuará dedicando su tiempo en Polonia en el proyecto que lo ha visto crecer como profesional. “Tengo mucho más trabajo en la escuela, porque si ven mi Instagram, me han mandado a pintar muchas cosas en las instituciones. No me quieren dejar ir, ya no soy freelancer. Entonces, por ahora, seguiré trabajando con ellos y nada, seguir pa’lante”.