El grupo BRICS, el conglomerado conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representa una fuerza económica de proporciones titánicas que está reformulando el orden global tal como lo conocemos. Con un PIB combinado de más de $16 billones de dólares, estos países emergentes ya constituyen el 23% de la producción económica mundial y controlan más del 16% del comercio internacional.
Ahora, con el respaldo ideológico del Foro de Sao Paulo, BRICS está posicionándose para imponer una agenda antidemocrática que socava los pilares fundamentales de las democracias occidentales. El Foro de Sao Paulo no es más que una peligrosa confabulación de partidos y movimientos de extrema izquierda nostálgicos por la era dorada del comunismo soviético. Su influencia ha hundido a países como Venezuela, Cuba y Nicaragua en un abismo de pobreza y opresión mientras consolidan su poder político.
Con el músculo financiero de BRICS y la ideología del Foro de Sao Paulo, esta alianza geopolítica presenta una seria amenaza a la estabilidad democrática global. Detrás de su retórica de “justicia social” y un “nuevo orden mundial” se esconden oscuras motivaciones para debilitar a Occidente y expandir el totalitarismo.
Con sabiduría y conocimiento del tema, el líder libertario Javier Milei declaro que: “Nuestro alineamiento de geopolítica es Estados Unidos e Israel. Nosotros no nos vamos a alinear con comunistas”, apuntó Milei, quien enfatizó: Eso no quiere decir que el sector privado pueda comercializar con quien se le dé la gana”. Esta posición tan firme, es la que deberían tener todos los líderes de las democracias occidentales para que están no se extingan en cuestión de una década.
Instituciones financieras alternativas de los BRICS que buscan erosionar la hegemonía del dólar
Uno de los pilares de la estrategia de los BRICS es debilitar la supremacía del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. La alianza BRICS ha establecido instituciones financieras alternativas como el Nuevo Banco de Desarrollo y el Fondo de Reserva que reducen la dependencia en el dólar y el sistema financiero tradicional.
Al eliminar el dólar como moneda predilecta para transacciones globales, el dominio económico de Estados Unidos y Europa se vería gravemente comprometido. Se trata de un reto mayúsculo a la influencia geopolítica occidental que podría reconfigurar alianzas estratégicas a favor de regímenes autoritarios como el de China y Rusia.
Expansión de la influencia comunista en Latinoamérica
Paralelamente, en Latinoamérica, el Foro de Sao Paulo ha sembrado las semillas para la propagación del comunismo a través del populismo, la demagogia y la asociación con el narcotráfico. Líderes como Hugo Chávez, los Castro, Ortega y Morales han utilizado estas tácticas para llegar y mantenerse en el poder, siempre socavando las instituciones democráticas y persiguiendo a la disidencia.
Países como Argentina, México, Chile, Perú, Bolivia y ahora Colombia se han contaminado con esta ideología tóxica que solo ha traído más pobreza y corrupción.
La influencia tóxica del Foro de Sao Paulo en líderes supuestamente moderados
Incluso políticos que se autoproclaman moderados como López Obrador y Petro han caído cautivos de la agenda peligrosa del Foro de Sao Paulo. Este club de tiranos ha logrado lavarles el cerebro con su ideología comunista venenosa bajo falsas promesas de “justicia social”.
Pero su fachada de redistribuir la riqueza esconde la realidad de igualar a todos en la pobreza y la miseria, mientras una élite pequeña acapara el poder. Su supuesto antimperialismo no pasa de ser una cortina de humo para consolidar su propio imperialismo ideológico en la región.
El objetivo real de esta agenda totalitaria es expandir el control estatal sobre la política y economía para esclavizar a las masas bajo políticas populistas, destruyendo cualquier noción de libertad individual. Así buscan transformar América Latina a imagen de una distopía de regímenes opresores dominada por el Foro de Sao Paulo.
Es hora de desenmascarar a estos lobos disfrazados de ovejas. Su falsa retórica progresista no puede cegarnos ante el gran peligro que representan para la democracia y libertades de América Latina. La región debe despertar frente a esta amenaza totalitaria.
El avance del totalitarismo de Rusia y China a través de BRICS
Dentro de BRICS, China y Rusia son los máximos exponentes del totalitarismo que podría expandirse mediante esta alianza. En China, el régimen comunista ha desarrollado un sistema sofisticado de vigilancia y control social, asfixiando cualquier asomo de disidencia. Los ciudadanos son castigados a través de un sistema de crédito social que restringe sus libertades por desafiar al régimen.
Asimismo, el Kremlin ha perfeccionado técnicas brutales para silenciar y eliminar líderes opositores, como evidencian los casos de Prighozin (quien recientemente falleció en un muy sospechoso accidente aéreo) y Alexei Navalny, quien está actualmente encarcelado tras sobrevivir a un envenenamiento. Esta maquinaria represiva de regímenes totalitarios es lo que el Foro de Sao Paulo pretende implementar en Latinoamérica con el apoyo de BRICS.
Occidente debe defender ya la democracia
Ante esta amenaza, las democracias occidentales no pueden quedarse de brazos cruzados esperando pasivamente. La negativa influencia de BRICS y el Foro de Sao Paulo está creciendo aceleradamente a nivel global. Se requiere una respuesta firme y coordinada para proteger las instituciones democráticas vulnerables y frenar la propagación de la ideología totalitaria.
Más sanciones económicas, presión diplomática y una postura de firmeza frente a regímenes autocráticos deben implementarse ya, no mañana. De lo contrario, el mundo se arriesga a despertar en una pesadilla dominada por las tiranías de China y de Putin.
Occidente debe reafirmar su compromiso con la democracia liberal y la economía de libre mercado. Permitir que BRICS y el Foro de Sao Paulo erosionen estos pilares sería un error histórico, deshaciendo décadas de progreso.
Conclusión: La libertad está en juego
El entrelazamiento de BRICS y el Foro de Sao Paulo nos encamina hacia el ocaso de la democracia liberal. Con más de 3000 millones bajo gobiernos autoritarios, sentarán las bases para normalizar el totalitarismo globalmente.
Potencias como China y Rusia, que persiguen y silencian disidentes, ahora poseen músculo financiero para exportar su modelo represivo al mundo. Solo el Banco de Desarrollo de BRICS maneja un capital de $100 mil millones para socavar democracias débiles.
Mientras tanto, el Foro de Sao Paulo continúa su cruzada para derrocar gobiernos democráticos en América Latina, aprovechando el reciente triunfo de la izquierda en Chile, Colombia y Brasil para propagar el totalitarismo tras falsas promesas populistas.
Occidente debe tomar medidas contundentes ya para frenar esta marea liberticida y se deben sopesar medidas contundentes e incluso radicales. Hay que concientizar y aceptar que, la libertad está en juego frente al ascenso de esta nueva internacional totalitaria.
Si las democracias liberales no actúan pronto, en pocos años seremos testigos silentes de cómo una alianza siniestra de tiranías hará naufragar los derechos y libertades fundamentales de cientos de millones.
El peligro crece con la expansión de BRICS
Ante la ambición expansionista de BRICS, naciones no democráticas con rasgos tiránicos como Irán, Arabia Saudita y Egipto, son ya parte de este club autoritario (a partir de enero del 2024). Su ingreso significa más poder e influencia de gobiernos que violan derechos humanos y acallan disidencias, con decenas de miles de presos políticos.
Esta peligrosa alianza se expande ahora con la adición de estos 6 nuevos miembros, que en conjunto controlan el 42% de la oferta mundial de petróleo, lo que complica aún más la defensa de los derechos humanos y la democracia a nivel global.
Si BRICS sigue creciendo bajo el paraguas de la opresión, el mundo estará cada vez más cerca de una distopía dominada por una superpotencia despiadada, con tentáculos que se extenderán aceleradamente para socavar las libertades fundamentales en todas partes. Las democracias sólidas de occidente deben estar más alertas que nunca y deben oponerse desde ya firmemente a la expansión de esta amenazante alianza.
La entrada de estos países anti-occidentales confirma el deterioro de las relaciones con Estados Unidos y la consolidación de un bloque confrontacional que busca debilitar la influencia de Occidente. Se trata de un proceso que podría ser más disruptivo que la Guerra Fría si no se frena a tiempo. Las democracias del mundo deben unirse para proteger sus valores fundamentales ante la expansión de esta peligrosa alianza autoritaria.
Fuente: https://dduzoglou.blogspot.com/2023/08/brics-y-foro-de-sao-paulo-la-agenda.html
Dayana Cristina Duzoglou
Twitter: @dduzoglou