Un grupo de astrónomos descubrió la primera “burbuja de galaxias”, una estructura colosal de 1,000 millones de años luz de diámetro situada a 820 millones de años luz de la Vía Láctea.
Enmarcado en un proceso científico largo, el hallazgo valida un fenómeno descrito en 1970 por el cosmólogo Jim Peebles: en el universo primordial, ondas acústicas crearon burbujas con materia en el centro, cuya forma se conserva como “fósiles cósmicos”.
El fenómeno, llamado Oscilaciones Acústicas Bariónicas, tuvo una prueba indirecta en 2005. Sin embargo, hasta el descubrimiento de Ho’oleilana no se había encontrado una burbuja completa.
Los astrónomos Richard Tully y Daniel Pomarède, junto al cosmólogo Cullan Howlett, determinaron mediante análisis de catálogos galácticos que los datos correspondían a una estructura esférica.
Esto permitió visualizar la forma y posición de los archipiélagos galácticos que componen Ho’oleilana, un término hawaiano que alude a “murmuraciones del despertar”.
El hallazgo contribuye al estudio de la constante de Hubble y la expansión del universo. Se esperan más descubrimientos gracias a instrumentos como el telescopio Euclid.
Con información de AFP