“La democracia no es estática; es un proyecto en constante construcción que refleja nuestra determinación. En tiempos desafiantes, recordemos que la democracia es el faro de la esperanza que nos guía hacia un futuro mejor”
La democracia, ese gran experimento político que ha dominado el mundo occidental desde el Siglo XXI, se encuentra en una encrucijada. Desde África hasta América Latina, estremecedores retrocesos democráticos siembran dudas sobre la salud de este sistema de gobierno. En África, por ejemplo, se han registrado siete golpes militares en los últimos tres años, lo que representa un desafío a la estabilidad democrática en el continente. Solo en el año 2022, cinco países africanos sufrieron golpes de Estado: Chad, Malí (dos veces), Guinea, Sudán y Níger. En el 2023, la tendencia ha continuado con golpes de Estado en Gabón y Níger.
América Latina, también enfrenta desafíos significativos en cuanto a la estabilidad de sus instituciones democráticas. Gobiernos con inclinaciones socialistas han sido señalados por recurrir a prácticas electorales cuestionables para mantenerse en el poder, lo que socava plena y constantemente la integridad de la democracia en la región. Paralelamente, hemos observado el surgimiento de líderes como Nayib Bukele en El Salvador, cuyas administraciones, aunque muestran características cuestionables, han logrado avances notables en la promoción del bienestar en sus respectivos países. Bukele, ha conseguido reducir significativamente la violencia relacionada con las maras y la delincuencia en general. Este éxito se ha logrado mediante políticas y estrategias innovadoras. Además, Nayib Bukele, ha fomentado el crecimiento económico de su país mediante la implementación de leyes y la promoción de inversiones en sectores emergentes, como las criptomonedas. Estos enfoques han llevado a mejoras tangibles en la calidad de vida de los salvadoreños, a pesar de las duras críticas sobre la concentración del poder en su gobierno. Esta tendencia, plantea interrogantes importantes sobre cómo gobiernos con ciertas inclinaciones autoritarias pueden alcanzar resultados efectivos en términos de seguridad y prosperidad económica, y cómo esto se relaciona con la salud general de la democracia en la región.
Los 5 países más democráticos del mundo según Democracy Index 2022
Según el Democracy Index 2022, solo 24 países del mundo han sido considerados como democracias plenas, lo que se traduce en el 8% de la población mundial. Por lo tanto, es imposible no pensar que le democracia parece estar expirando.
Sin embargo, quizás no todo está perdido. Ejemplos como Taiwán nos muestran que la democracia puede adaptarse y renovarse e incluso resistir a grandes amenazas como la que China significa para este país asiático. En Taiwán, se están implementando avances tecnológicos para fortalecer, blindar y renovar la democracia como el voto electrónico resguardado por la tecnología Blockchain, así como cabildos digitales para optimizar la participación ciudadana y fortalecer la democracia manteniéndola viva.
En Europa, un continente marcado por su diversidad política y cultural, también se encuentran ejemplos notables de democracias resistentes y en constante evolución. En países como Lituania, Polonia, Hungría y Rumania se ha observado un resurgimiento de movimientos políticos que buscan proteger sus valores tradicionales y resistir la influencia del comunismo. En países como Polonia y Hungría, por ejemplo, han implementado políticas que desafían las normas de la Unión Europea, adoptando un enfoque democrático más conservador. A pesar de las críticas y las tensiones, estas naciones persisten en la defensa de su visión de la democracia y la soberanía nacional, y han logrado avances notables en la preservación de su identidad democrática.
Por otro lado, en países como Grecia e Italia se está experimentando un fortalecimiento económico desde la llegada de líderes de derecha. Estos líderes también han adoptado medidas enérgicas para prohibir partidos con inclinaciones comunistas y antisistémicas, buscando proteger la estabilidad política y económica de sus países. En Italia, con Meloni, la economía ha crecido un 3,7%, alcanzando un PIB de 1.909.154 millones de euros. Este crecimiento económico ha posicionado a Italia como la décima economía en el ranking mundial de PIB. En Grecia, la economía ha registrado un crecimiento cercano al 6% en comparación con el 2021. Este crecimiento ha sido impulsado por medidas como la rebaja de impuestos y la reducción de la burocracia, lo que ha llevado a Grecia a superar a la mayoría de los países europeos en términos de crecimiento económico. Estos datos económicos reflejan la prosperidad y el desarrollo que han experimentado Grecia e Italia bajo el liderazgo de la derecha.
Democracia en Vilo
La democracia, antaño un faro de esperanza para la humanidad, hoy se encuentra en una encrucijada crítica que abarca el mundo entero. Este sombrío panorama se revela a través de hechos y cifras que pintan una imagen preocupante:
En un informe de IDEA Internacional que evaluó a 173 países, más de la mitad de ellos experimentaron disminuciones en al menos uno de los subatributos que componen el sistema democrático. Estos subatributos abarcan áreas esenciales, como la participación ciudadana, la rendición de cuentas de los gobernantes y la protección de derechos y libertades individuales, entre otros. Esta tendencia refleja la vulnerabilidad de la democracia en diversas naciones.
El auge del fenómeno neopopulista se perfila como una de las principales amenazas para la democracia actual. Esta tendencia se caracteriza por la polarización extrema, la erosión de las instituciones democráticas y la manipulación de la opinión pública, minando de raíz la integridad del sistema democrático.
A su vez, la corrupción, la polarización política y el surgimiento de partidos de extrema derecha contribuyen de manera significativa al declive democrático, socavando la confianza en las instituciones democráticas y debilitando la cohesión social.
Cómo Salvar la Democracia: receta para fortalecer y rescatar democracias débiles o inexistentes
En un contexto donde la democracia está en vilo o ni siquiera existe, la receta para rescatar la democracia se convierte en un desafío aún más crucial. Las naciones que luchan por instaurar o rescatar la democracia enfrentan obstáculos considerables, pero también pueden aprender de las lecciones de aquellos países que han superado desafíos similares en el pasado. Aquí, presentamos una receta (o parte de ella) para rescatar democracias:
Fomentar la educación cívica desde la base: La formación de ciudadanos informados y comprometidos es esencial. Esto puede lograrse mediante programas educativos que enseñen los principios de la democracia y promuevan la participación activa desde edades tempranas. Para lograr la educación cívica y la formación de los ciudadanos hay que establecer canales de comunicación independientes. En ausencia de una prensa libre, se deben desarrollar y proteger medios de comunicación independientes y plataformas digitales que permitan el acceso a información veraz y diversa. Usar TikTok, Instagram, Twitter X para educar al ciudadano sobre la libertad, es una manera ideal de ir despertando a una sociedad que se siente atada y limitada.
Construir alianzas internacionales: Construir alianzas internacionales es una estrategia fundamental para los países que buscan retomar y fortalecer sus democracias en momentos de crisis. A lo largo de la historia, hemos visto ejemplos notables de cómo la colaboración con otros actores internacionales ha ayudado a restablecer el orden democrático y los derechos humanos en naciones que enfrentaban desafíos significativos.
Un ejemplo destacado es el caso de Polonia durante la década de 1980. En ese momento, el país se encontraba bajo un régimen comunista autoritario. Sin embargo, el movimiento sindical Solidaridad, liderado por Lech Wa??sa, buscó apoyo internacional para su lucha por la democracia. Solidaridad recibió el respaldo de la Iglesia Católica y el apoyo diplomático de líderes occidentales, especialmente del Papa Juan Pablo II y el presidente estadounidense Ronald Reagan. Estas alianzas internacionales desempeñaron un papel crucial en el proceso de transición democrática en Polonia, que finalmente llevó a la caída del régimen comunista y al restablecimiento de la democracia en el país.
Otro ejemplo destacado de restauración democrática mediante colaboración internacional se encuentra en Panamá en la década de 1980. Bajo el régimen autoritario de Manuel Noriega, el país anhelaba la democracia. Estados Unidos aplicó sanciones, presión diplomática y una operación militar, la “Operación Causa Justa”, para apoyar la causa democrática y garantizar la seguridad panameña. Este ejemplo resalta cómo la cooperación internacional, liderada por Estados Unidos, contribuyó a restaurar la democracia en Panamá.
Estos ejemplos ilustran cómo la colaboración con otros países puede desempeñar un papel fundamental en el proceso de retomar y fortalecer la democracia. Al unir fuerzas y trabajar en conjunto, los países pueden aumentar la presión sobre regímenes autoritarios, promover la rendición de cuentas y avanzar hacia la restauración de la democracia y los derechos humanos.
Impulsar la sociedad civil: El fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil comprometidas con la democracia y la rendición de cuentas es esencial. Estas organizaciones pueden actuar como contrapartes del gobierno, movilizar a la ciudadanía en defensa de los valores democráticos y fomentar la desobediencia civil pacífica cuando sea necesario.
A pesar de los desafíos, hay que tener en cuenta que la receta para rescatar la democracia desde un entorno adverso se basa en la perseverancia, la colaboración internacional y un compromiso inquebrantable con los principios democráticos. A medida que las naciones trabajan juntas para superar la adversidad, la esperanza de un futuro democrático más fuerte y sostenible sigue viva.
Conclusión
En un mundo donde la democracia está en vilo, es esencial recordar que la historia nos ha enseñado que los pueblos pueden resistir, luchar y recuperar sus valores democráticos. La democracia tal como la conocemos puede evolucionar y adaptarse a los desafíos de la era digital. La clave está en la determinación de las naciones y en la colaboración global para garantizar que la democracia no solo sobreviva, sino que florezca en el siglo XXI.
Dayana Cristina Duzoglou Ledo
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