En Venezuela, el panorama no es alentador en los bancos de sangre. La donación voluntaria solo alcanza un 3.12 % del total de los hemocomponentes que se reciben. En los últimos años, ha disminuido un 82 %, de acuerdo con lo informado por la Sociedad Venezolana de Hematología.
Además de la baja tasa de donación voluntaria, la falta de reactivos para constatar la calidad de la sangre hace cada vez más difícil el incentivo de las donaciones y deja en riesgo a los pacientes que necesitan transfusiones. Tampoco se cuenta con los reactivos serológicos y los sueros hemoclasificadores, además de la existencia de bolsas de recolección de sangre vencidas, con anticoagulantes turbios y agujas oxidadas.
A esto se le suma la situación de los trabajadores de la salud, quienes debido a las precarias condiciones laborales y bajos sueldos, han migrado a otros oficios, dejando un déficit de hasta 56 % de bioanalistas y más del 70 % en los hemoterapistas, según la presidenta de la Federación de Bioanalistas de Venezuela, Judith León.
Otro factor de riesgo
Maribel Meléndez, presidenta de la Sociedad Venezolana de Hematología, denunció que existen bancos de sangre ilegales en el país. Exhortó a las autoridades competentes a evitar este tipo de acciones, que ya han tenido propagación por las redes sociales.
Indicó que en los últimos 3 años han recibido reporte de malas prácticas del suministro de sangre y sus componentes en algunos lugares. Lo calificó como una situación espantosa, porque estos “bancos de sangre” funcionan en locales comerciales comunes, que quedan en adyacencias a hospitales.
Meléndez resaltó que la existencia de este tipo de centros no autorizados se debe a la desesperación de los familiares de los pacientes que, al notar las deficiencias y precariedades en los servicios públicos de transfusiones de sangre, buscan donantes en otras instituciones.
La crisis de la sangre en Venezuela es un problema grave que afecta a pacientes de todo el país. La escasez de donaciones voluntarias, la falta de reactivos y el déficit de personal médico está poniendo en riesgo la salud de las personas que necesitan transfusiones. La existencia de bancos de sangre ilegales también es un problema que debe ser abordado.