Pedro Sánchez ocupa las 48 horas de impasse entre votaciones de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. Esta mañana ha clausurado en Madrid las Jornadas del Grupo de los socialistas en el Parlamento Europeo en las que ha dejado algunos mensajes con carga de profundidad. En la intervención que ha dirigido a sus colegas, el presidente del Gobierno en funciones ha celebrado que los asistentes vayan a poder asistir en directo a lo que ha definido como la “consumación” este viernes “de la derrota parlamentaria de la propuesta reaccionaria de PP y Vox”.
Por larazon.es
Más aún, Sánchez ha anticipado ante el auditorio que “dentro de poco tiempo” habrá un gobierno progresista en España, dando por hecho que conseguirá superar el trámite de su propia investidura, una vez que el Rey Felipe VI le proponga oficialmente como candidato. Para ello, también, deberá cristalizar un pacto con Junts, de tal manera que el jefe del Ejecutivo en funciones asume, de este modo, que habrá acuerdo sobre una fórmula asimilable a la amnistía para granjearse el apoyo imprescindible de los independentistas.
Tal como publica hoy este diario, el PSOE tiene previsto “intensificar” los contactos con los grupos parlamentarios, una vez se certifique la derrota parlamentaria de Feijóo mañana. La vocación de los socialistas es que haya una ronda de contactos con el Monarca la próxima semana, para que Sánchez ostente oficialmente el encargo para someterse a la investidura y poder agendar ya, con tal condición, las reuniones con los portavoces de las fuerzas políticas y con los agentes sociales, de cara a explicar su programa de gobierno y conseguir su aval.
En el Gobierno quieren someterse a una investidura “cuanto antes”, pero son conscientes de que el control de los tiempos trasciende a su mera voluntad. El pacto con Junts y ERC, por su incompatibilidad, se antoja complejo y, aunque se prevé que pueda haber una investidura en la segunda mitad de octubre, tampoco se descarta que pueda acabar adentrándose en el mes noviembre. El plazo, en todo caso, es finito: el 27 de noviembre se disolverán las Cortes Generales y España quedaría abocada a una nueva repetición electoral el 14 de enero.
El jefe del Ejecutivo ha evitado cualquier referencia a la amnistía durante su intervención, porque hasta que el pacto con Junts no esté cerrado no se dará cuerpo a la eventualidad de un alivio penal al “procés”. En Moncloa valoran que si el acuerdo se acaba tornando imposible y hay nueva cita con las urnas, haber defendido de manera preventiva esta posición sería una trampa de cara a la campaña y a sus expectativas el 14E. En su alocución, Sánchez se ha limitado a reivindicarse como la única alternativa al “candidato fallido” Núñez Feijóo, en la que ha sido su primera reacción a los dos días de debate en el Congreso. El líder socialista ha buscado confrontar modelos, “un duelo entre el extremismo reaccionario y la respuesta social y democrática” porque a su juicio la derecha tradicional ha sido “parasitada” por la ultraderecha y ha asumido sus postulados.
De este modo, ha presumido de que España se ha convertido en un ejemplo para Europa de freno al avance de la extrema derecha y ha diagnosticado que tras “la rendición de la derecha tradicional a los postulados de la ultraderecha, o prevalece la socialdemocracia o se impone una ola reaccionaria. Eso sería el comienzo del fin de la Unión Europea tal y como la vivimos, la pensamos y la sentimos”, ha alertado.