El republicano Kevin McCarthy confirmó este martes que no volverá a presentarse como candidato para presidir la Cámara Baja de Estados Unidos, después de ser destituido poco antes en una votación histórica.
“No volveré a presentarme a presidente (de la Cámara). (…) Espero que sepáis que cada día trabajé independientemente de si me subestimasteis o no. Quería hacerlo con una sonrisa”, dijo el representante por California en una rueda de prensa en el Capitolio.
McCarthy se convirtió hoy en el primer presidente de la Cámara de Representantes en ser destituido, después de que una moción presentada por el representante republicano Matt Gaetz, aliado del expresidente Donald Trump (2017-2021), recabara el apoyo de la bancada demócrata y el de siete conservadores díscolos, además del suyo propio.
Durante su comparecencia, McCarthy dijo que tal vez apoyará al candidato que presenten los republicanos para sustituirlo, pero aclaró que todavía no sabe quién se presentará.
También acusó a Gaetz de ir contra él por motivos personales y de organizar la maniobra para lograr atención.
Gaetz, opuesto desde el principio a la nominación de McCarthy como líder, había amenazado durante meses con activar el proceso para sacarlo del puesto y esa amenaza se aceleró el fin de semana, después de que McCarthy se apoyara en votos demócratas para sacar adelante la ley que amplió durante 45 días los presupuestos del Gobierno, lo que evitó un cierre de la Administración.
En su rueda de prensa, McCarthy defendió su pacto con los demócratas y dijo que siempre ha tratado de poner el bien del país por delante de sus propios intereses.
“Si pierdo mi trabajo por hacer lo que creo que es correcto no tengo ningún problema con eso”, aseguró el republicano.
El liderazgo de McCarthy fue frágil desde el principio, acusado por sus opositores de ceder a las presiones demócratas y de no defender lo suficiente recortes en el gasto, y su vacante es la culminación de la división interna de su partido entre los afines a Donald Trump y el resto.
Ese vacío llega en plena negociación de los presupuestos para el año fiscal 2024.
Está en el aire también la ayuda estadounidense a Ucrania, que se quedó fuera de la ampliación de 45 días de la financiación pública y que está previsto que se contemple en un proyecto de ley aparte. /EFE