Los socios más seguros del Ejecutivo complican ya los planes más inmediatos de Pedro Sánchez. En Moncloa y en el PSOE se movían en el escenario de asistir a una investidura «rápida» y «real» después de haber tenido tiempo para negociar con sus aliados al intercalarse entre medias la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. El hecho de que el candidato popular fuera el primero designado por el Rey daba aire a Sánchez para cerrar su acuerdo con Junts y ERC.
Por larazon.es
Sin embargo, el calendario aprieta y, pese a las previsiones del Gobierno, las negociaciones encallan hasta con sus socios más leales, lo que hace retrasar el calendario que manejan los socialistas.
Lo que iba a ser una investidura «segura», según el PSOE, se convierte ahora en un camino con incógnitas y fuegos a apagar por los fontaneros socialistas con celeridad. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, acudirá hoy a la consulta más decisiva para la gobernabilidad. Tendrá que confirmar al Rey los apoyos con los que cuenta para superar su investidura y, de momento, ni Sumar, ni tampoco el PNV han dado un «sí» rotundo al líder del Ejecutivo. Tampoco los independentistas han dado ya su «sí». A día de hoy, Sánchez cuenta con sus 121 diputados porque no puede confirmar el voto a favor de los seis diputados de Bildu, los siete de ERC o los de Junts, al no acudir sus representantes a ratificárselo a Felipe VI.
Si bien, al menos, el apoyo de los 31 diputados de Sumar no corre riesgo, su líder acudió ayer a ver al Rey en medio de un «atasco» en las negociaciones programáticas para pactar las líneas generales sobre las que se guiará el nuevo gobierno de coalición. En el partido de la vicepresidenta avisan de que las negociaciones van más lentas de lo que les gustaría y advierten de que no extenderán un «cheque en blanco» al PSOE para facilitar la gobernabilidad. «Estamos lejos», «a día de hoy no hay acuerdo», clarificó Yolanda Díaz tras entrevistarse con el Rey. La vicepresidenta confirmó su voluntad de «conformar» el gobierno de coalición y de apoyar a Pedro Sánchez pero dejando caer la idea de que sin un acuerdo programático «ambicioso». En su entorno deslizan que no es su intención volver a La Moncloa para «consolidar» el Gobierno, es decir, a Sánchez, sino para «ganar derechos». Entre los escollos que a día de hoy separan a PSOE de Sumar se encuentra la subida del Salario Mínimo Profesional, la cesta de la compra,la jornada laboral, la financiación autonómica o revisar la ley de Vivienda para controlar los precios de los alojamientos turísticos que se quedaron fuera de la norma, entre otros.
El toque de atención en Sumar llega en un momento clave en las negociaciones, donde los socialistas han apostado por cerrar primero un acuerdo con Junts y ERC y que se retrasa debido a las condiciones de negociar un referéndum de autodeterminación. Algo que en Podemos es visto como un ninguneo en el PSOE hacia Sumar. En el partido morado deslizan con ironía que en 2019, Sánchez cerró primero un pacto con Pablo Iglesias y, después, se dedicó a recabar los apoyos externos del bloque de investidura.
La misma sensación que tiene Sumar se extiende hacia partidos como el PNV, quienes asumen que, hasta que el PSOE no cierre un acuerdo con Junts, no va a llegar su turno para negociar. Eso sí, de momento, el partido de Aitor Esteban y Andoni Ortúzar no ha mostrado excesivamente su malestar, pero sí ha lanzado avisos de que van a ser exigentes y ya agitan la posibilidad de una repetición electoral. Por ahora, no ha habido apenas contactos ni mucho menos negociaciones entre los socialistas y el PNV.
Tampoco se conoce con exactitud qué pide el PNV, más allá de haber puesto el debate territorial encima de la mesa. No obstante, ese debate es muy peliagudo porque puede llevar mucho tiempo y se hace muy difícil encontrar un punto en común entre todos los socios, más allá de que compartan con mayor o menos intensidad el derecho a decidir. Además del debate territorial, aparecen otros puntos importantes como el traspaso de competencias, incumplimiento de la pasada legislatura.
El PSOE sigue lejos del acuerdo con todos los potenciales socios, aunque, en las últimas horas, ha recibido una noticia positiva: Coalición Canaria cambia el paso tras haber llegado a un acuerdo con el PP para la investidura de Feijóo y ahora muestra su predisposición a negociar un apoyo a Sánchez sin poner líneas rojas.
ERC, Junts, Bildu y BNG, que suman 21 escaños decisivos, siguen lejos de dar el «sí» y, aunque hay margen, hay una fecha límite: el 27 de noviembre.