El vídeo circuló inmediatamente por las redes sociales. En este se observa cómo un área de la central hidroeléctrica estaba inundada, los trabajadores moviéndose de un lado al otro, buscando una especie de manguera para sacar el agua.
Por Pableysa Ostos/Corresponsalía lapatilla.com
En la escena se ve pocos implementos de seguridad, algunos trabajadores con cascos, otros simplemente con la indumentaria con la que fueron a trabajar ese día. En redes sociales aseguraban de que se trataba de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, en la represa de Guri al sur de Venezuela.
Pero la verdad es que el hecho ocurrió en la Central Hidroeléctrica Francisco de Miranda en la represa de Caruachi.
Pero para entender mejor lo que sucedió en Caruachi, el equipo de lapatilla.com conversó con un trabajador que labora en una de las áreas de la Central Hidroeléctrica Francisco de Miranda. Este detalló en anonimato que la inundación “pasó en la unidad 3, ya que falló el sello del eje. El sello del eje es un dispositivo que no permite la entrada de agua del río hacia la turbina, hacia la cubierta superior de la turbina”.
“Después de la inundación, achicaron, inspeccionaron, revisaron, se verificó el sello del eje, los tornillos que lo sujetan. Había seis tornillos rotos, otros estaban fracturados, otros estaban flojos, y eso hizo que entrara mucha más agua de las que las bombas tiene normalmente. Esto hizo que el pozo de la turbina para achicar, superara ese caudal, y estaba entrando más agua de lo que podía sacar esa bomba”, detalló el trabajador de Corpoelec.
Sumó que “no hubo quién parara esa agua, porque era demasiada agua”. Tras ese incidente, procedieron a hacer inspecciones en las otras unidades, presuntamente en la unidad 2, y localizaron un problema similar al de la unidad 3.
“Tornillos fracturados y flojos. Ahorita estaba igualmente parada para reparar ese dispositivo allí en la caja del sello del eje”, comentó al equipo reporteril de lapatilla.com.
¿Por qué sucedió?
El trabajador eléctrico explicó que anteriormente se hacían paradas anuales para el mantenimiento de esas unidades, había un permiso de trabajo con una instrucción precisa y se aplicaba el mantenimiento al sello del eje.
“Ya cuando después se empezaron hacer cada 8 meses, hubo unos permisos que se fusionaron y otros los sacaron. Aparte de eso, fue que vino la debacle en todas las empresas, cuando este socialismo arrasó con todo. Entonces, claro, redujeron los mantenimientos y los equipos que estaban interviniéndose”, explicó.
Para el trabajador, este tipo de fallas se deben a la falta de mantenimiento. Añadió que los últimos meses lo que estuvieron haciendo era probar el accionamiento del eje, que se aplicaba o se desaplicaba, pero recientemente “no se estaba haciendo ni siquiera eso, porque no hay sistema de aire comprimido. Los compresores, cuatro compresores de aire de la central, están fuera de servicio por falta de repuesto”.
En resumen: no se estaban haciendo los mantenimientos, ni aplicar, ni desaplicar, para saber si ese eje estaba funcionando. “A veces cuando se programa mantenimiento, no se cuenta ni con trapo, que es un consumible que se usa mucho, y eso ni siquiera implementos de seguridad, guantes, mascarilla, eso brilla por su ausencia”.
“Y estamos trabajando con las uñas, por el bono que están dando, porque no es por el sueldo. Hay un bono, que es como quien dice, para meterte presión, para que tú vayas, que si tú no vas, no asistes, no te dan ese bono. Y ese bono, ahorita, sobrepasa lo que uno percibe del sueldo, porque el sueldo de uno se vino abajo, y es mucho menor de lo que te dan por ese bono. Claro, te dan el bono por el Sistema Patria y ese bono no es salarial, no incide en prestaciones, utilidades, vacaciones, nada de eso. Ahorita tenemos nuestro sueldo que es pura bonificación”, sentenció el hombre que trabaja desde hace más de 15 años para Corpoelec, antigua Edelca.
Panorama sombrío
En el caso de Caruachi, existen 12 unidades generadoras, de las cuales en este momento hay 2 fuera de servicio, que se están desarmando, porque desde los apagones de 2019, la unidad 7 quedó con fallas, “metía alto nivel de aceite en el cabezal”.
Esa máquina desde 2019 está parada. “Hace como 4 o 5 meses fue que una empresa, acá Fapco, le dieron un contrato y empezó a desarmar esa unidad para cambiar lo que está fallando. Adicionalmente a eso, la unidad 1 también empezó a fallar con lo mismo que le dio a la unidad 7, altos niveles y se disparaba. Se sacó fuera de servicio y se está también interviniendo. Primero, comenzaron con la 1 porque estaba más reciente, y a la 7 la empezaron a agarrar como ferretería. Como te dije, estaba parada en el 2019, y se empezó así: lo que fallaba de las otras unidades, no había repuestos, porque no hay repuesto, y entonces se autorizaba que se sacara de la 7”, explicó el trabajador.
“Entonces para que la unidad 1 no empezaran a sacarle así como la 7, entonces comenzaron (a reparar) con la 1 y quedó bueno. La 7 ahora también empezaron a desarmar aprovechando y están haciendo un mantenimiento mayor, desarmando, sacando todo y haciendo un mantenimiento mayor como corresponde cada 5 o 10 años, según el estándar de mantenimiento. Y adicionalmente a eso, está como te dije la unidad 3 que falló por la inundación y la unidad 2 que tenía la caja del sello de los tornillos fracturados y flojos, que están en reparación. Ahorita están esas cuatro”, agregó.
¿A qué se deben los apagones constantes?
De acuerdo con el informante, hay un déficit de generación, pero en este momento lo prioritario es la transmisión, ya que Corpoelec (antigua Edelca) está sobrepasando los límites de transmisión de las líneas. “Entonces, si tú quieres mandar más para allá, eso genera calentamiento y, por ende, las protecciones actúan y disparan las líneas, despejan. Entonces aquí lo que se necesita es mejorar el sistema de transmisión de energía eléctrica”.
Esto explica las fluctuaciones de electricidad que se han experimentado en las últimas semanas en varios estados del país. “Cuando se despeja una línea que está saturada, eso hace que la frecuencia suba y entonces en algunos momentos sube o baja el voltaje. Y por eso es que se dan esas fluctuaciones que tú las has vivido. La hemos vivido aquí recientemente. Aparte de eso, está también por las altas temperaturas. Acuérdate que entonces esas líneas se calientan, se crean incendios debajo de las líneas, el calor, y por temperatura las protecciones actúan y despejan la línea”.
Ante la pregunta de si se puede agudizar el problema eléctrico en Venezuela, el trabajador respondió: “Estamos posiblemente propensos a un apagón, como el que hubo en el 2019, Dios no quiera que sea así. Por eso es que ellos están racionando. Siempre hacia occidente se está racionando la energía eléctrica. Nunca te van a dar esa información, nunca va a salir un ente oficial, pero ellos tienen tiempo hacia occidente racionando energía eléctrica”.
Cifras alarmantes
En mayo de 2023, el Comité de Afectados por los Apagones, liderado por Aixa López, publicó su boletín sobre las fallas registradas durante el mes de abril en Venezuela y contabilizó 6.932 cortes en el servicio de electricidad.
Según el informe, publicado por la agencia EFE, en el cuarto mes de 2023 se registraron 892 fallas más que en marzo, cuando la cuenta del Comité de Apagones llegó a 6.043 fluctuaciones en el sistema eléctrico, lo que representa un aumento del 14,7 % entre ambos meses.
Zulia continúa a la cabeza de los reportes en fallas y apagones al computar 740 incidentes, seguido por el estado Apure con 411 cortes y Táchira, con 410. Mientras que Distrito Capital fue en abril la entidad que menos fallas presentó al contabilizar 119, mientras que La Guaira ocupó el segundo puesto al reportar 140.
Según el Comité de Afectados por Apagones, las fallas aumentaron un 22 % el año pasado, cuando se contabilizaron al menos 233.298 interrupciones, con respecto a 2021, año que cerró con unos 190.006 cortes del servicio.