Joan Laporta expresó tranquilidad ante su investigación en el ‘caso Negreira’, convencido de que el Barcelona y él mismo obtendrán sentencia absolutoria.
El presidente blaugrana admitió que esperaba ser imputado pese a que la fiscalía entendió prescritos los pagos entre 2001 y 2018.
Recordó que la acusación solo habla de corrupción deportiva, no cohecho, y atribuyó esta causa a una “campaña orquestada” por un “madridismo sociológico” presente en centros de poder, temeroso de que el Barcelona se repita en éxitos.
Laporta también aludió a presiones de este sesgo madridista en la elección de sede de la final del Mundial 2030, pese a que el Camp Nou sería el estadio con mayor aforo.
Con información de EFE