En los primeros cientos de miles de años después del nacimiento del Universo, un sonido primordial atravesó un plasma de partículas sobrecalentadas. Los científicos escuchan atentos con la esperanza de obtener nuevos datos sobre la misteriosa fuerza conocida como energía oscura.
Por BBC Mundo
Antes de las estrellas o los planetas, antes de los agujeros negros y las enanas blancas, incluso antes de los átomos o los rayos de luz, el Universo reverberaba con algo sorprendente: sonido.
Este zumbido primordial se movía a más de la mitad de la velocidad de la luz a través de un plasma sobrecalentado de bariones, fotones y materia oscura. (Los bariones son una familia de partículas subatómicas a la cual pertenecen los protones y neutrones).
El sonido surgió de un tira y afloja entre antiguas y poderosas fuerzas fundamentales que generaban ondas sonoras en esta sopa de partículas cargadas eléctricamente.
Y apenas unos cientos de miles de años después, el plasma desapareció como una niebla matutina. El Universo cayó de repente en un profundo silencio.
Sin embargo, aún es posible captar ecos de estas primeras ondas sonoras que se extendieron por nuestro Universo temprano, si se sabe dónde buscar. Las ondulaciones que crearon en el plasma han dejado una huella permanente en la distribución de la materia alrededor del Universo.
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