El argentino Emiliano “Dibu” Martínez, portero del Aston Villa y de la selección campeona del mundo, fue galardonado este lunes con el premio Yashin, que designa al mejor guardameta del año, en la gala del Balón de Oro.
El meta, que recibió el galardón de manos de su padre, sucede en el palmarés al belga del Real Madrid Thibaut Courtois, que lo obtuvo el año pasado.
El resto de los candidatos eran el marroquí del Al Hilal Yasin Bono, Thibaut Courtois, el brasileño del Manchester City Ederson, el croata del Fenerbache Dominik Livakovic, el francés del Milan Mike Maignan, el camerunés del Manchestar United André Onana, el inglés del Arsenal Aaron Ramsdale, el francés del Lens Brice Samba y el alemán del Barcelona Marc-André Ter Stegen.
Martínez recibió el galardón de manos de su padre, Alberto, y confesó: “ha sido una sorpresa. Me dan ganas de llorar”.
El guardameta dijo que el premio “es un mimo” a su carrera, pero señaló: “Lo mayor ya lo gané”, en alusión al Mundial conseguido con Argentina. “Para mí, lo mejor es ganar en grupo”, apostilló.
“Sin mis compañeros de la selección y el cuerpo técnico, sin el Aston Villa (su club), esto no sería posible”, agregó.
El “Dibu” recibió algunos abucheos tanto al anunciarse su nombre como cuando hablaba, a tal punto que uno de los presentadores de la gala, el exfutbolista Didier Drogba, pidió respeto al público francés.
Martínez habló de la final del Mundial de Catar contra Francia y elogió a la estrella gala, Kylian Mbappé, que le marcó tres goles.
Preguntado por su gran parada en las postrimerías de la prórroga ante Randal Kolo Muani, que permitió a Argentina ir a los penaltis, reconoció que en medio de la tensión “no sabía ni quién me había pateado”.
Finalmente, mostró su orgullo por ser el sucesor de Courtois y por estar acompañado entre los nominados por “arqueros” que admira “mucho”. EFE