Tres cárceles venezolanas han sido intervenidas en los últimos dos meses tras negociaciones de voceros del régimen con los pranes de cada penal, pero en ninguno de los procedimientos han demostrado transparencia.
En las dos primeras tomas, una en el estado Aragua y otra en Carabobo, se conoció que hubo presos fallecidos según declaraciones de los familiares. Sin embargo, hasta la fecha no hay información precisa de ninguna de estas muertes, así como tampoco han publicado los listados con la ubicación de cada uno de los privados de libertad que fueron trasladados a otros estados.
El 20 de septiembre se materializó la toma del Internado Judicial de Aragua, mejor conocida como Tocorón, donde dejaron escapar al pran “Niño Guerrero, a sus luceros y lugartenientes. Durante esta intervención se presume que asesinaron al menos 11 reclusos, cuyas identidades son desconocidas.
Familiares de los presos de Tocorón, cuyas identidades serán resguardadas por temor a represalias, relataron al equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) que estos muertos fueron sacados del penal y ni siquiera le avisaron a la familia.
Por su parte, el Ministro de Interior y Justicia se jactó de decir que la operación fue un éxito y que se respetaron los derechos humanos de los privados de libertad, pero nunca informó sobre estas muertes. Entonces, nos preguntamos: ¿Qué pasó con estos muertos?, ¿Por qué los asesinaron?, ¿Por qué ocultan esta información?
La segunda intervención fue el 25 de octubre en el Centro Penitenciario Tocuyito, donde presuntamente fallecieron 5 personas privadas de libertad, cuyos cadáveres fueron ingresados a la morgue de Bello Monte en Caracas.
Otra extraña situación es que los cuerpos ni siquiera fueron levantados por una comisión de Homicidios del CICPC en el estado Carabobo o de Caracas, como corresponde por ley. Nos preguntamos una vez más: ¿Qué están ocultando?
Según medios de comunicación, los cadáveres ingresaron sin identificación a la medicatura forense, donde tampoco le dieron aviso a sus familiares.
En tanto, la mañana de este 31 de octubre en las afueras de la morgue se encontraba Lezaida Ferrer, hermana de uno de los fallecidos de Tocuyito, quien denunció que no le quieren entregar el cadáver de su familiar, a pesar de que tiene tres días acudiendo a la morgue.
Aparentemente, la excusa es que están esperando al resto de los familiares de los presos fallecidos, pero al mismo tiempo amenazan con que serán enterrados en una fosa común.
Cabe recordar que las fosas comunes se usan para aquellos cadáveres que no tienen dolientes, pero familiares como Ferrer que sí están presentes tienen derecho a enterrar a sus muertos y brindarles una despedida digna como a cualquier ser humano.
Asimismo, la dama indicó a un medio de comunicación que su familiar falleció tras sufrir una ataque de epilepsia durante la intervención de Tocuyito, donde ni siquiera recibió atención médica. También relató que hubo un hombre mayor que murió ahogado y otros tres que fueron asesinados con armas de fuego.
Sobre estas cinco muertes, el Ministro de Interior y Justicia también guardó silencio, no hay información al respecto.
Desde el OVP exigimos que se den detalles sobre estas muertes que están siendo ocultadas por el régimen de Maduro, y a la par desde nuestra organización estamos informando a los organismos internacionales sobre lo ocurrido en estas cárceles.
Seguimos sin información de los pranes
En una verdadera incógnita se ha convertido el paradero de los pranes de cada uno de estos penales intervenidos.
Sobre “Niño Guerrero” sabemos que está prófugo, incluso con alerta de búsqueda en países latinoamericanos; sobre Néstor Richardi Sequera Campos, alias “Richardi”, dijeron que había sido capturado, pero nunca informaron hacia qué penal fue trasladado, al igual que Luis Manuel Yegue Mendoza, alias “Pata e´ Queso”, aunque de éste último algunos familiares aseguraron que no estaba en Puente Ayala al momento de la toma, por lo que también se desconoce de su paradero.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones