Desde hace ocho años no se producen papas de uso industrial en Venezuela

Desde hace ocho años no se producen papas de uso industrial en Venezuela

Foto Cortesía

 

Los agricultores de los estados Aragua, Carabobo y Lara, desde hace ocho años, dejaron de producir papas para uso de la industria nacional.

Aldemaro Ortega, presidente de la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas, indicó que la dificultad radica en la imposibilidad de importar semillas en la variedad Atlantic. “Anteriormente, el sector agroindustrial venezolano facilitaba a los agricultores la semilla Atlantic y, además, de abono y otros productos para el cultivo del tubérculo”.

Explicó que esa convivencia, entre el productor y la industria, permitía definir el precio final de la papa, porque tenían un mercado cautivo. “La papa salía de los campos a los almacenes de la agroindustria pero, en la actualidad, la situación cambió”.

Papa María Bonita

Ortega dijo que en Venezuela se produce la papa conocida como “María Bonita”, de muy buena calidad, pero se necesita el financiamiento del estado venezolano.

“El tubérculo criollo enfrenta un mercado inseguro, por la competencia desleal y el contrabando proveniente de Colombia”, agregó.

“Los consumidores prefieren otros productos más económicos provenientes del exterior, que comprar lo hecho en Venezuela”.

El dirigente del gremio de los productores de papas se pronunció por una “alianza estratégica” entre el gobierno, agricultores y la agroindustria. “A través de un acuerdo se podría planificar la siembra de 300 hectáreas de papas de uso industrial”, dijo.

Costo de siembras

Para sembrar una hectárea de papas se necesitan invertir cerca de 10 mil dólares, sin incluir costos por mano de obra, transporte ni combustible, entre otros gastos. Detalló que un saco de 50 kilos de semilla cuesta 100 dólares y para el cultivo de una hectárea se requieren 50 sacos.

Adicionalmente, se necesitan otros 35 sacos de abono de fertilizantes MPK (Sulfato de potasio), cada uno al precio de 60 dólares.

A la lista se suman los costos de los productos pre emergentes, entre ellos fungicidas, herbicidas, contratar a los regadores de las siembras y combustible (diésel).

El presidente de la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas dijo que esos costos los aportaba la agroindustria e incluía abonos y fondos de avance.

“Es una cifra muy elevada que los productores no tienen en estos momentos y, además, representa un costo muy arriesgado para los agricultores venezolanos por la inseguridad del mercado, el contrabando y la competencia desleal”, dijo.

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