La decadencia de la ciudad natal de Michael Jackson: nenes armados, crímenes y edificios abandonados

La decadencia de la ciudad natal de Michael Jackson: nenes armados, crímenes y edificios abandonados

La huelga de trabajadores del 1919 con epicentro en las acerías de Gary (Getty Images)

 

Solo recuerdan sus años de mucho movimiento los adultos mayores de Gary, Indiana. En esas épocas, hasta comienzos de la década del 70, las empresas siderúrgicas traían gran cantidad de movimiento a la ciudad que costera del imponente lago Michigan.

Por infobae.com





De todas esas fábricas de acero que luego se usaban como componente en toda la industria de Estados unidos queda poco y nada. Apenas, una cáscara vacía recorrida por un tercio de los pobladores de aquella época dorada.

Al mismo tiempo que la ciudad entraba en decadencia, un grupo de cinco hermanos arrancaban con sus primeros shows en los teatros de Gary. Llevaban el apellido Jackson y se hicieron llamar los Jackson Five. De ese quinteto saldría poco tiempo después Michael, quien se convertiría en el rey del pop mundial.

La casa natal del artista, una modesta construcción de madera en los suburbios de Gary, es un típico hogar del medio oeste americano. Allí, arrancó el sueño de Jackson. Quizás hasta empezó a tararear Thriller mientras andaba en bicicleta por las calles vacías de su barrio. Su padre, Joe Jackson, trabajaba en la acería, como la mayoría de los hombres de la ciudad.

Pero tras convertirse en rey del pop, Michael nunca más volvió a Gary. En tanto, su población empezaba a declinar en cantidad de habitantes. Muchos jóvenes emigraban en busca de un destino mejor o al menos conseguir un trabajo para mantenerse. En este paraje de Indiana, con el lago Michigan de fondo, el sueño americano era inalcanzable o estaba al menos muy lejos.

Gary nace del acero

La Revolución Industrial originó la siderurgia en Estados Unidos. La gran demanda de acero, impulsada por el aumento de la fabricación de automóviles y la construcción de carreteras, introdujo muchos puestos de trabajo nuevos.

Cada fábrica nueva que se abría, eran cientos de nuevos obreros que se radicaban en Gary. Decenas de bares y supermercados nuevos que les vendían la comida y la cerveza a esos hombres que trabajaban de lunes a sábado en jornadas extenuantes de 12 horas.

Así, toda la costa del lago Michigan fue el lugar elegido para las fábricas. La zona de los grandes lagos era ideal para acceder a las materias primas minerales del hierro. Así, los paisajes de pradera y espejos azules se convirtieron en pocos años en metrópolis grises y rodeadas de humo.

La ciudad de Gary fue fundada en 1906. La idea era crear espacio para que vivan los obreros que iban a trabajar en la fábrica US Steel. El presidente de la empresa, Elbert H. Gary, de quien lleva el nombre la localidad, la construyó en la costa sur del lago Michigan, a menos de 50 kilómetros de Chicago.

El creciente descontento entre los trabajadores de las fábricas llevó a la Gran Huelga del Acero de 1919. Ese año, las calles de Gary se llenaron de piquetes de obreros que exigían mejores condiciones laborales.

Entonces, en cada esquina, aparecían grupo de hombres jóvenes alrededor de tachos de acero de los que salía fuego todo el tiempo. Para evitar el paso de los pocos autos que comenzaban a circular por Gary. Las mujeres se acercaban y les dejaban a sus maridos sándwiches o licores para que puedan pasar el tiempo en el piquete aún con lluvias o noches heladas.

La huelga terminó con una derrota de los trabajadores. Los temores al socialismo ruso tras la Revolución de Octubre de 1917 y un sindicato débil les permitió a las empresas reanudar la producción. Y con los grandes pedidos de acero que llegaban, la ciudad siderúrgica de Gary siguió prosperando.

La ciudad prosperó durante la Segunda Guerra Mundial por la necesidad del acero para construir armamentos, barcos y aviones para los Aliados que enfrentaban a la Alemania nazi. Gary alcanzó su apogeo en la década de 1960 y fue apodada la “Ciudad Mágica” por sus avances futuristas.

El auge de Gary

En la década de 1920, en Gary operaban 12 altos hornos y empleaba a más de 16.000 trabajadores, lo que la convertía en la planta siderúrgica más grande del país.

La oleada de actividad económica en Gary atrajo a visitantes de los condados cercanos. Las empresas industriales invirtieron mucho en la incipiente infraestructura de la ciudad , con nuevas escuelas, edificios cívicos, iglesias y shoppings surgieron como hongos después de la lluvia por toda la ciudad.

En 1970, Gary tenía 32.000 trabajadores siderúrgicos y 175.415 residentes, y había sido apodada la “ciudad del siglo”. Pero los residentes no sabían que la nueva década marcaría el comienzo del colapso del acero estadounidense. Esto arrastraría a la ciudad de Indiana a la decadencia.

Varios factores contribuyeron a la desaparición de la industria del acero, como la creciente competencia de los fabricantes extranjeros y la automatización. Así primera oleada de despidos en Gary se produjo en 1971.

En 1972, la revista Time publicó un informe en el que describía a Gary ” como un montón de cenizas en la esquina noroeste de Indiana, una ciudad siderúrgica sucia y árida”. Cada vez, había más casas vacías, más negocios que cerraban. Comenzaba la decadencia de la antigua capital del acero de Estados Unidos.

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