Un repartidor brasileño y un estudiante de hostelería francés se convirtieron en héroes en Irlanda, al jugar un papel decisivo cuando se redujo el jueves en Dublín a la persona que atacó con un cuchillo a cinco personas, hiriendo gravemente a una niña de cinco años.
En una entrevista este viernes en el diario Irish Daily Mirror, el repartidor brasileño de Deliveroo, Caio Benicio, de 43 años, describió cómo utilizó su casco para detener al atacante.
Padre de dos hijos y natural de Río de Janeiro, explicó al diario que pasaba por Parnell Square cuando vio lo que parecía una pelea.
“Estaban peleando por una niña, estaban tirando de una niña”, dijo el expropietario de un restaurante.
“Simplemente detuve mi motocicleta y lo vi apuñalándola muchas veces en el pecho”, añadió, añadiendo que se quitó el casco y comenzó a golpear al atacante.
“Lo golpeé en la cabeza y cayó al suelo. Después de eso lo golpeé un par de veces y luego la gente vino y comenzó a patearlo”, explicó.
Pálida y sangrando
El brasileño explicó que a continuación, lo primero que hizo fue interesarse por la niña y la encontró muy pálida y sangrando.
El repartidor aseguró que no había oído muchas noticias sobre la condición de la pequeña, pero que estaba orando por ella.
“Cuando ves a un niño pequeño, de cinco años, con un hombre con un cuchillo, simplemente actúas”, declaró.
La niña se encuentra “en una situación muy grave”, mientras que la profesora tiene heridas “graves”, según la policía.
El agresor fue reducido en el lugar del ataque, gracias sobre todo a la intervención de Caio Benicio y a la ayuda de otros viandantes que se le sumaron, como la de un adolescente francés que desarmó al agresor.
El joven, Alan, es un estudiante de hostelería que desde el mes pasado realiza prácticas en un restaurante de Dublín.
El presidente francés, Emmanuel Macron, lo llamó por teléfono “para felicitarle y agradecerle este acto de valentía que salvó vidas y que nos enorgullece a todos”, según el Elíseo.
El restaurante donde trabaja también le rindió un bonito homenaje en Instagram. “Fue uno de los valientes héroes que logró desarmar al atacante escolar ayer en Dublín cuando se dirigía al trabajo”, escribió junto con la foto de Alan.
“Se dio cuenta de que algo pasaba (…) y se abalanzó sobre el atacante para detenerlo y logró arrebatarle el cuchillo”, detalló el establecimiento.
Alan sufrió heridas en la mano y la cara. “Sin este acto de valentía, ¿quién sabe qué podría haber pasado?”, se pregunta el restaurante, añadiendo, con un toque de humor: “no todos los superhéroes llevan capa”.
Tras el ataque, se difundieron rumores de que el asaltante era extranjero y unos 500 alborotadores participaron el jueves por la noche en violentos enfrentamientos en Dublín.
Los altercados “avergonzaron a Irlanda”, afirmó este viernes el primer ministro, Leo Varadkar, condenando los incidentes, atribuidos por el gobierno a la extrema derecha.
En los últimos años ha crecido en Irlanda un discurso contra la inmigración por parte de determinadas figuras de extrema derecha, potenciado por la crisis inmobiliaria en el país.
Elogios a Caio Benicio
El vice primer ministro Micheal Martin reaccionó contra estas posiciones en una rueda de prensa y destacó la intervención de Caio Benicio.
“Creo que es importante que conozcamos todos los hechos. En primera instancia, la persona que intervino fue un trabajador brasileño”, dijo.
“Ataques como el de ayer no están directamente relacionados con la cuestión de la inmigración en sí. El crimen no pertenece a ninguna raza o color”, añadió.
Benicio, que se mudó a Irlanda para poder mantener a su familia después del incendio de su restaurante, dijo que los disturbios que estallaron después del ataque “no tienen sentido”.
“Están protestando por los inmigrantes. Yo mismo soy un inmigrante”, dijo.
“Creo que fue sólo una excusa. Creo que era un pequeño grupo de personas y simplemente obtuvieron una excusa para hacer lo que hicieron”. AFP