La mañana de este domingo 26 de noviembre, los vecinos de la parroquia Maiquetía “festejaron” por la llegada de agua a través de las tuberías tras varias semanas de no haberla recibido por Hidrocapital.
Por Corresponsalía lapatilla.com
Sin embargo, al parecer, Hidrocapital envía el recurso hídrico a través de las tuberías para realizar un “lavado de asfalto” en la parroquia, pues existen varios botes que no han sido reparados por el personal de esta Institución y que en varias oportunidades han sido denunciados por los vecinos de diversas comunidades.
Los habitantes de la parroquia Maiquetía se encuentran indignados debido a esta problemática.
“Mira cómo se está botando el agua aquí y a mi casa no ha comenzado a llegar desde las 5 y media de la mañana que la pusieron”, denunció un vecino del sector.
A pesar de contar con una red de distribución de agua por tubería y tres pozos en el sector El Rincón, los vecinos de la comunidad Las Perlas, no gozan del servicio de agua potable con regularidad. Sin embargo, esta no es la única molestia, sino que además el recurso se está desperdiciando a través de múltiples roturas en las tuberías, las cuales han sido denunciadas por los vecinos en reiteradas ocasiones sin que se haya tomado ninguna medida por parte del personal de Hidrocapital.
La situación se ha vuelto insostenible para los residentes de la parroquia, quienes ven cómo el agua se bota en las calles, recorriendo gran parte del casco comercial de Maiquetía.
Mientras se “limpia” el asfalto, en los hogares, la falta de agua potable genera dificultades para realizar las actividades diarias más básicas, como la higiene personal y la preparación de alimentos.
Esta lamentable situación no es nueva para los residentes de esta parroquia, quienes han experimentado interrupciones frecuentes en el suministro de agua en los últimos meses.
“Ellos (Hidrocapital) creen que a nosotros nos llega agua no sé de dónde y no la envían desde los pozos. Tenemos que esperar por lo menos mes y medio para poder recibirla”, denunció Ana Barreto, vecina de Las Perlas.
Además, estos vecinos se ven en la obligación de pagar por camiones cisterna que cobran desde 20 dólares en adelante por el llenado de tanques de mil litros.
Sin embargo, lo más preocupante es la falta de respuesta por parte del régimen chavista de la entidad y de las autoridades competentes para solucionar este problema que afecta directamente a la calidad de vida de los ciudadanos.
Negligencia gubernamental evidente
A pesar de las denuncias y solicitudes de los vecinos, no se ha realizado ninguna reparación en las tuberías afectadas, lo que ha llevado a un desperdicio innecesario de agua potable desde hace varios meses y a la falta de suministro en los hogares.
Esta situación no solo impacta en la vida cotidiana de los habitantes, sino también en la salud pública, ya que la falta de agua potable puede propiciar la propagación de enfermedades.
Un ejemplo evidente de la negligencia es la rotura de un tubo en la calle Real de El Rincón con esquina Las Perlas; lugar que han visitado cuadrillas de Hidrocapital en varias oportunidades sin brindar solución a la problemática.
Ante esta realidad, los habitantes de Maiquetía exigen una respuesta inmediata por parte de las autoridades: “Es necesario que se realicen las reparaciones pertinentes en las tuberías dañadas y se establezcan medidas para prevenir futuras roturas”, declaró otro vecino que prefirió mantener su nombre bajo el anonimato.
Asimismo, se hace imprescindible que se implementen políticas de mantenimiento y supervisión adecuadas para garantizar un suministro de agua potable confiable y seguro para todos los habitantes de la parroquia.
El acceso a servicios básicos como el agua potable es un derecho fundamental de todos los ciudadanos, y es responsabilidad del gobierno garantizar su cumplimiento.
La negligencia en la gestión de este recurso vital por parte del gobierno chavista no solo afecta la calidad de vida, el bolsillo y la salud de los habitantes de Maiquetía, sino que también deja en evidencia la falta de compromiso con el bienestar de la población.