Emily, una niña israelí-irlandesa de 9 años que fue liberada el sábado por Hamás, está “aterrorizada de hacer ruido” y ahora sólo “susurra” al hablar, declaró su padre, Tom Hand, al diario británico The Sun del miércoles.
“Cuando regresó, literalmente, tuve que acercar mi oído a sus labios para escuchar lo que decía“, dijo Tom Hand en la entrevista.
“Era una niña normal, feliz y ruidosa, pero ahora susurra al hablar. Deben haberle ordenado que guardara silencio durante todo este tiempo y todavía tiene miedo de hacer ruido“, añadió.
Emily, que cumplió 9 años el 17 de noviembre mientras estaba en poder de Hamás, fue secuestrada el 7 de octubre cuando dormía en el Kibbutz Beeri en casa de una amiga, Hila, de 13 años, quien también fue liberada el sábado.
Emily, cuya madre murió de cáncer cuando ella tenía apenas dos años y medio, inicialmente fue dada como muerta, antes de saberse que estaba entre los rehenes.
En la entrevista al The Sun, su padre afirma que Hamás la trasladaba de un refugio a otro constantemente para escapar del ejército israelí.
La tregua entre Israel y Hamás entró el miércoles en su sexto día, en el que se espera un nuevo intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
Desde el viernes, Hamás libera cada día a una decena de mujeres y niños tomados como rehenes en su ataque del 7 de octubre en Israel, en un canje con una treintena de prisioneros palestinos.
El acuerdo de tregua, negociado con el apoyo también de Egipto y Estados Unidos, ya ha permitido la liberación de 60 rehenes israelíes y de 180 palestinos.
Las autoridades israelíes cifraron en unas 240 el número de personas secuestradas y llevadas a Gaza el 7 de octubre, durante el ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino, que dejó 1.200 muertos en Israel, la gran mayoría civiles.
En represalia, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y bombardeó sin descanso la Franja de Gaza hasta la tregua del 24 de noviembre.
Según el gobierno de Hamás, 14.854 personas, entre ellas 6.150 niños y adolescentes, murieron en ataques israelíes. AFP