Los dos atacantes en el tiroteo ocurrido hoy en Jerusalén, donde murieron tres personas, son miembros de Hamás y anteriormente habían sido condenados y encarcelados por cargos de terrorismo, informó el Shin Bet, la agencia de seguridad israelí.
Ambos fueron identificados como los hermanos Murad Namr, de 38 años, e Ibrahim Namr, de 30, dos palestinos residentes en el barrio de Sur Baher, en Jerusalén Este ocupado.
Murad fue encarcelado de 2010 a 2020 por “planificar ataques terroristas bajo la dirección de elementos terroristas en la Franja de Gaza“, según informó el Shin Bet; mientras que Ibrahim fue encarcelado en 2014 por “actividad terrorista” no revelada.
Ambos llegaron hoy a uno de los accesos de Jerusalén alrededor de las 7.30 horas (5.30 GMT) y abrieron fuego con una pistola y un M-16 contra civiles, matando a tres -una joven de 24 años, un hombre de 73 y una mujer de unos 60- y dejando otros seis heridos, tres de ellos de gravedad.
La Policía confirmó que los dos atacantes, dos residentes palestinos de Jerusalén Este, murieron en el lugar de los hechos tras ser “neutralizados” por dos soldados que estaban fuera de servicio y un civil armado.
“Dos terroristas armados que llegaron al lugar en un vehículo, dispararon contra civiles en la parada de autobús y fueron neutralizados por soldados y un civil que se encontraba en las cercanías”, informó la Policía que dijo haber encontrado múltiples cartuchos y municiones en su coche.
El ministro de Seguridad Nacional, el extremista Itamar Ben Gvir, visitó el lugar del ataque y afirmó hoy que “Israel debe responder al terrorismo con presión militar“, en referencia a la tregua que se extendió hoy en Gaza un día más en virtud de un acuerdo entre el Gobierno de Israel y Hamás para permitir la liberación de más rehenes.
“Este tipo de incidente demuestra una vez más que no podemos mostrar debilidad, que tenemos que hablar con Hamás sólo a través de la guerra“, indicó Ben Gvir, que representa el ala más dura de la ultraderecha dentro del Gobierno, contraria a negociar con Hamás.
El ataque se produce en un ambiente muy tenso en Cisjordania y Jerusalén, en paralelo a la guerra con Gaza, donde hoy se acordó una extensión de la tregua por séptimo día, después de un mes y medio de intensos combates y bombardeos sobre la Franja.
Desde que comenzó la guerra en Gaza el 7 de octubre contra el grupo islamista Hamás, Israel ha intensificado aún más sus redadas para detener “sospechosos de terrorismo” en Cisjordania ocupada, donde han muerto al menos 247 palestinos desde esa fecha en enfrentamientos violentos con soldados israelíes, incluidos 9 asesinados por colonos.
La Sociedad de Presos Palestinos asegura que Israel ha detenido a más de 3.200 palestinos en Cisjordania, incluido Jerusalén este, desde el 7 de octubre; aunque las tropas israelíes reducen esa cifra a unos 1.800, de los que unos mil alegan que tienen “vínculos con Hamás”.
Cisjordania vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05) y este 2023 ya han muerto 455 palestinos, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles, incluidos más de un centenar de menores.
En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han causado 40 muertos del lado israelí incluidos los de hoy, la mayoría colonos y 7 uniformados. EFE