Entre Chicago y Zulia hay una conexión especial que va más allá de las apariencias. Estos dos destinos, aunque separados por miles de kilómetros, tienen algunas cualidades en común. Son cunas de cultura, donde se mezclan diferentes expresiones artísticas y a su vez, se destacan como paraísos gastronómicos para degustar una gran variedad de platos típicos. Pero hay algo más que los une: El sueño de una familia venezolana que se atrevió a emprender en tierras norteamericanas con una marca de comida criolla.
Desde iniciar sin conocimientos previos en un país con costumbres y paladares distintos, hasta dar los primeros pasos en plena pandemia, Maibeilis Chan y su equipo forjaron un camino culinario desafiante, aunque crearon su propia receta del éxito. Hoy, presumen el orgullo de tener dos restaurantes en la Ciudad de los Vientos y se alistan para expandir sus productos en todo Estados Unidos. En esta conversación con La Patilla, te invitamos a disfrutar una admirable historia de superación que “Sabe a Zulia”.
Por: Elizabeth Gutiérrez | lapatilla.com
Es imposible hablar del triunfo de “Sabe a Zulia” sin mencionar la dedicación y el esfuerzo desmedido de una familia para abrir ambos restaurantes y dar a conocer en cada platillo la cultura de su tierra natal. Maibeilis Chan, una de las fundadoras de este rincón de sabores, contó que se graduó como abogada y ejercía su profesión en Venezuela. Su esposo Gerardo Abreu era comerciante y fotógrafo, mientras que su hermana Mareilis Chan estudió comunicación social y su pareja, Edwin Cubillán, también trabajaba en el área del comercio.
Recordó el momento en que decidieron abandonar su país sin imaginar los retos que enfrentarían en su travesía. Llegaron en junio de 2018 a Chicago con visa de turismo y en tan solo un mes, sacaron a flote sus conocimientos y pusieron en marcha una estrategia para generar ingresos. Se les ocurrió dar a conocer su sazón desde su casa. “Solo vendíamos pastelitos, tequeños y empanadas via online”.
El despegue tras la pandemia
El ingrediente más agrio que les tocó probar durante sus primeros pasos en el proyecto culinario fue la falta de conocimiento. “Sobre todo comenzar en la pandemia, nos tocaba abrir sin tener ventas al día, eran muy pocas”, dijo. Rodeados de diversas costumbres y paladares tan exigentes, encontrar el secreto para conquistar a los lugareños con la comida zuliana representó un reto que supieron enfrentar muy bien, aunque no fue fácil.
Lo intentaron, se esforzaron y lograron cumplir el sueño que tanto les costó. El primer local, ubicado en 5306 West Fullerton, Chicago, Illinois, abrió sus puertas el 16 de mayo de 2020. “Un restaurante muy pequeño, solo siete mesas”, rememoró Maibeilis y desde entonces, “Sabe a Zulia” se ha consolidado como una de las apuestas gastronómicas más deliciosas de la metrópolis del Medio Oeste.
Pero el empeño de estos venezolanos no se detuvo aquí, pues apenas demoraron un año para instaurar el segundo local de gastronomía zuliana en 2114 West Division. “La comunidad de esta locación ha sido muy especial con nosotros. Fue un reto por la ubicación y por nuestro menú, pero hemos superado nuestras expectativas”, compartió con entusiasmo.
¿Imaginas comer un patacón, una cabimera o agüita de sapo en pleno Chicago? Pues degustar estos manjares es posible gracias a “Sabe a Zulia”. Nació como un emprendimiento que rinde tributo a la tierra del sol amada con recetas tradicionales y cautivaron los corazones tanto de locales como turistas.
Pero aquí hay un plato para todos los gustos, porque también puedes disfrutar una buena sopa de costilla, o una parrilla como la pidas, sin dejar a un lado las auténticas arepas como la Santa Bárbara, una de las más pedidas por su relleno de carne asada con queso frito.
Además de ofrecer un menú excepcional en sus locales, también se trasladan a cualquier lugar de la ciudad a través de servicios de delivery en las populares plataformas estadounidenses como Menufy, GrubHub, DoorDash.
Más que una familia
“Sabe a Zulia” ofrece ese toque casero que caracteriza a la cocina venezolana y esa pizca de autenticidad que le agregan al local, los platillos y, por supuesto, a sus clientes, los diferencia del resto de los negocios de esta categoría.
“Creo que todo lugar es único. Nosotros somos muy regionales. Desde la música, gaitas, las mesas, la decoración de lugares importantes de nuestra Venezuela, sin dejar de mencionar, el sabor y la preparación. Somos muy criollos y lo que queremos es traer algo de nuestra tierra”, explicó Maibeilis.
Sus restaurantes se han convertido en un referente de la gastronomía zuliana en la Ciudad de los Vientos, pero quienes entran a degustar sus deliciosos platillos no son solo clientes, se han convertido en una familia que crece cada día más.
“Hemos tenido muy buenas experiencias con nuestros clientes. Ya varios son amigos de la familia. Servimos de lugar de encuentros y celebraciones de sus momentos más emotivos y eso nos enorgullece mucho”, mencionó esta joven emprendedora, quien dejó entrever que su restaurante es más que un negocio, es una forma de compartir su amor por Venezuela.
Emprender en otro país no ha sido sencillo, pero tampoco imposible. Con esfuerzo, dedicación y pasión, ha logrado consolidar su proyecto y hacerse un espacio en el mercado gastronómico de Chicago. Su sueño es seguir creciendo y expandir su propuesta a otras ciudades del país donde los sueños son posibles, avalados por una gran comunidad de venezolanos que extrañan el sabor de su tierra.
“Llegamos a este país para demostrar que somos buenos venezolanos y que nuestra obligación es dejar en alto a Venezuela. Siempre buscamos los mejores consejos y los ponemos en práctica, estamos orgullosos de decir que venimos de un país hermoso y que también hay gente trabajadora y con ganas de seguir adelante”.
Sabe a Zulia y a éxito
Maibeilis no se conforma con lo que ha logrado hasta ahora. Ella tiene una visión más amplia y ambiciosa que la impulsa a seguir trabajando y creando. Su proyecto futuro es llevar sus productos congelados a todos los rincones del país, para que más personas puedan disfrutar de la comida venezolana en la comodidad de sus hogares.
“Somos muy soñadores y queremos más. No solo ‘Sabe a Zulia’ en la localidad o lugares de encuentros, sino también llevar nuestros productos congelados a cualquier lugar de Estados Unidos”, acotó Chan, quien confía en que su propuesta tendrá una buena acogida y una alta demanda.
A pesar de ello, sabe que su éxito no es solo suyo, pues también lo comparte con su familia y su país, a quienes lleva siempre en su mente y corazón. La distancia y las dificultades no han amilanado en ella el deseo de regresar, entre recuerdos, al sitio que la vio crecer.
“Extrañamos los lugares que son tan hermosos como las playas, la naturaleza, los paisajes, la tranquilidad. Este es un país al que le agradecemos mucho, pero allá extrañamos los encuentros con la familia, los vecinos”.
Maibeilis y su hermana, junto a sus parejas, supieron transformar los obstáculos en oportunidades, y demostraron que con trabajo, talento y una chispa de entusiasmo se pueden alcanzar las metas. Su historia es una inspiración para todos los que anhelan emprender, y para todos los que aman a Venezuela. “Sabe a Zulia” es una invitación a saborear la riqueza y la diversidad de la gastronomía venezolana, y a sentir el calor y la alegría de su gente, allí te sentirás como en casa.
Síguelos en: @sabeazulia