Los ciudadanos estadounidenses dicen que han quedado atrapados en México por el cierre de una frontera de Arizona abrumada por migrantes, y están considerando cruzar ellos mismos de regreso a Estados Unidos ilegalmente en lugar de hacer peligrosos viajes de ida y vuelta de ocho horas.
Por New York Post
El cruce fronterizo en Lukeville ha estado cerrado desde el 4 de diciembre mientras los agentes de la patrulla fronteriza se desvían para ocuparse de miles de inmigrantes que llegan ilegalmente a la zona, algunos de los cuales cortaron partes del muro fronterizo para inundar Estados Unidos.
El cierre significa que quienes se encuentran en el lado mexicano de la frontera tienen que viajar a través de puertos de entrada en Nogales o San Luis Río Colorado hacia el este u oeste, convirtiendo un viaje de 30 minutos o una hora en una odisea de seis a ocho horas.
“Hay tanta gente que está tan molesta al ver a todos estos 10.000 ilegales llegar en un día y atravesar un muro en el que el cártel hizo un agujero”, aseguró el corredor de bienes raíces Robin Miller, que vive en la ciudad costera de Rocky.
“Y simplemente están entrando, entrando. Sin embargo, nosotros, las personas con pasaportes [que] somos legales para ir a los estados, no podemos ir”.
Otros señalaron que el aumento de los viajes significa navegar por territorios controlados por los cárteles y carreteras desérticas en mal estado, lo que puede ser extremadamente peligroso.
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