El presidente guyanés, Irfaan Ali, ya había insistido en que la reunión cara a cara con Nicolás Maduro, efectuada este jueves, no cambiaría su postura sobre la pugna territorial con Venezuela por el Esequibo.
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Para ser congruente con su advertencia, Ali acudió a la cita en San Vicente y las Granadinas con un detalle clave en su vestimenta.
Según testigos, el vocero chavista intentó romper el hielo tras preguntarle a su homólogo guyanés: “No me piensas dar la mano, ¿vale?”. Entonces vino el obligado apretón.
Sin embargo, pese a que Maduro creyó que el gesto le ayudaría a doblegar parcialmente la voluntad de su interlocutor, en realidad este ya estaba preparado para la ocasión: en su mano derecha portaba una pulsera de cuero negro con un detalle del mapa de la República Cooperativa de Guyana que incluía, como era de esperar, a la zona en reclamación.
Tras la reunión de dos horas, Ali reiteró ante los medios de comunicación: “Aclaré muy bien que Guyana tiene todo el derecho de ejercer su soberanía y de aprobar y facilitar cualquier inversión, sociedad, comercio y cooperación, y de otorgar cualquier licencia o concesión dentro de nuestro espacio territorial”.