El sextech consiste en manipular la inteligencia artificial generativa (IAG) para concebir robots que suministren compañía y placer. Estos humanoides están confeccionados con una dermis sintética, equipados con motores y sensores que les permiten moverse e interactuar con cierta gracia.
Por: Clarín
Para el científico Brian Roemmele, la IA es la electricidad del mañana y, desde una perspectiva sexual, existen personas identificadas como digisexuales. Son aquellos cuya identidad primaria está ligada al uso de la tecnología y no necesitan de otros humanos para su bienestar.
En un informe de la consultora Pew, que entrevistó a casi 1.900 expertos sobre robótica, se reveló que, las parejas sexuales mecánicas se convertirían en algo habitual y que, en un futuro próximo, el casamiento híbrido podría ser aceptado sin escrúpulos.
En la actualidad, la relación con un androide suele considerarse un fetiche o un signo de desviación sexual. También es visto como un marcador de incapacidad en la esfera sentimental. Pero este prejuicio podría naufragar.
El cambio que se viene
Los robots sexuales de la actualidad son como sofisticadas muñecas para adultos. Se mueven con lentitud y están programados con algunas líneas de código para repetir frases motivacionales. Son como la evolución material de la pornografía que circula por Internet.
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