La aviación israelí destruyó esta semana puestos de guardia, almacenes y centros de mando de Hamás en Rafah, localidad gazatí situada en la frontera con Egipto.
Según el Ejército israelí, los ataques buscaban frenar el ingreso de armamento en Gaza a través de este paso fronterizo, por donde también entra ayuda humanitaria.
Israel alega que Hamás se apropia indebidamente de esta asistencia.
Rafah concentra además a miles de gazatíes desplazados, exacerbando la crisis que sufre el enclave.
Los bombardeos en esta zona y otras de Gaza dejaron al menos 63 muertos el viernes, entre ellos numerosos niños, e infinidad de heridos, según fuentes palestinas.
Estos ataques pretenden minar la capacidad bélica de Hamás, luego que el grupo lanzara un ataque contra territorio israelí el pasado 7 de octubre.
Desde entonces, Israel inició una operación aérea, terrestre y naval que ya dejó casi 18.800 fallecidos y más de 50.800 lesionados en Gaza, según datos palestinos.
Con información de EFE