Ser una Herrera es vivir con un sello propio de estilo, elegancia y sofisticación. Pero también de educación, clase y amabilidad.
Por: Clarín
Basta encontrarse con Carolina Adriana Herrera, una de las cuatro hijas de la mismísima Carolina Herrera y directora creativa de The House of Herrera Fragrances, para comprobarlo.
Vestida con un delicado look estampado, zapatos negros y joyas discretas, entra puntual a la biblioteca del Palacio Duhau donde se hace la entrevista.
Llegó a Buenos Aires para encender el árbol de navidad marca Carolina Herrera. Se armó en el Campo Argentino de Polo, donde tuvo lugar una megafiesta repleta de celebridades como Susana Giménez, la China Suárez y Natalia Oreiro, entre muchísimas más.
Antes de sentarse en uno de los sillones, la empresaria de 54 años nacida en Venezuela, educada en Nueva York y que actualmente vive en Madrid, ultima detalles de su make up.
“Estuve con mi hermana en su casa de José Ignacio, en Uruguay y tomé sol de más en la nariz”, cuenta buscado complicidad mientras la retocan con una brocha.
El pelo, recogido, obra de Juan Manuel Cativa (peluquero de La China Suárez, Emilia Mernes y Lali Espósito) no necesita arreglos: se ve perfecto.
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