Años de desidia han dejado muerte y ruinas en una refinería al noreste de Monagas
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Inaugurada el 13 de octubre de 1931, la refinería de Caripito fue por muchos años un centro que produjo miles de barriles diarios siendo el río San Juan el terminal de embarque que servía a los campos de Quiriquire, Jusepín y Temblador. Durante 45 años estuvo operativa dicha refinería, llegando a producir hasta 35.000 barriles de crudo pesado, pero desde el año 2002, dichas instalaciones quedaron olvidadas y con el pasar del tiempo, comenzó un proceso de desmantelamiento que se intensificó en los años de mayor crisis en Venezuela.
Por: Corresponsalía lapatilla.com
El abandono de estas instalaciones hizo propicio que habitantes de esa localidad ubicada a unos 45 minutos de Maturín, aprovecharan de obtener material ferroso para ser vendido a los llamados “chatarreros”. La situación de desvalijamiento ha sido tal que ha provocado muertes como la ocurrida el pasado 21 de octubre cuando un exfuncionario de la PNB murió desmembrado luego que una estructura cayó sobre su humanidad cuando se encontraba sustrayendo material estratégico.
Pero ese no ha sido el único caso donde alguien muere dentro de la abandonada refinería; este mismo año, específicamente a inicios del mes de mayo, un hombre con registro policial por droga y porte ilícito de armas, fue asesinado a balazos tras un presunto ajuste de cuentas. El desmantelamiento también ha causado enfermedades en la piel en personas que han estado expuestas a sustancias tóxicas que aún quedan en piezas metálicas y en el ambiente.
En la siguiente cronología de imágenes, podrá observar el progresivo desvalijamiento, siendo los años 2021 y 2022 los de mayor apogeo mientras el mundo estaba confinado debido a la pandemia por el Covid-19.
Tras 21 años de cierre definitivo y posterior abandono, la refinería de Caripito ha sido objeto de una completa desidia a la vista de las autoridades locales y regionales sin que hayan hecho algo para evitarlo.
Habitantes de la referida población han manifestado su temor por el daño ambiental causado por sustancias tóxicas que no fueron limpiadas en el área de la refinería. Tras el accidente ocurrido en octubre, las actividades ilícitas han disminuido considerablemente.