Cerca de un centenar de banderas blancas adornan este domingo las casas del municipio colombiano de Guachené, en el departamento del Cauca (suroeste), como símbolo de rechazo por el asesinato de Elmer Abonía Rodríguez, ocurrido en esa localidad tan solo nueve días antes de terminar su mandato.
El sentimiento de dolor y los rostros de tristeza se podían ver en cada calle, donde los habitantes exigen justicia en medio del temor por la creciente ola de violencia que se ha tomado el lugar, al igual que en el departamento del que es oriunda la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez.
Lucila Campos, vecina del sector, expresó a EFE que es necesario que el Gobierno nacional se apersone de este crimen para eliminar el sentimiento de zozobra.
“Nunca antes habíamos visto que los delincuentes asesinaran a un alcalde, ¿si eso le pasa a él, qué nos espera a nosotros como simples ciudadanos?”, indicó.
En medio de lágrimas, la familia del alcalde Abonía Rodríguez llevó el cuerpo del mandatario hacia el caserío La Dominga, lugar que lo vio crecer y posteriormente a las instalaciones de la Alcaldía.
“Es muy triste que esto nos pase. El alcalde siempre fue una inspiración, se forjó como político sirviendo a las comunidades y es injusto que la violencia nos lo haya arrebatado. Queremos justicia y que paguen los criminales”, indicó a EFE uno de los trabajadores de la Alcaldía quien pidió omitir su nombre por temor a represalias.
Frenar la violencia, un imperativo
Flores blancas, mensajes de solidaridad y hasta un árbol de Navidad acompañaron el féretro del alcalde cuyo crimen también fue rechazado por el representante especial del secretario General de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu.
“Es imperativo frenar la violencia en el departamento y avanzar hacia la consolidación de la paz en los territorios”, manifestó Ruiz Massieu en su cuenta de X.
Las autoridades confirmaron que hay una recompensa de hasta 60 millones de pesos (un poco más de 15.300 dólares de hoy) por información que permita dar con la captura de los asesinos que atacaron a Abonía Rodríguez cuando salía de una finca en el caserío El Cabito, el pasado 22 de diciembre.
El padre del mandatario, su esposa e hijos no ocultaron su dolor y agradecieron la solidaridad del pueblo de Guachené que también los acompañó en un homenaje que se hizo en el coliseo principal de esa localidad.
“Nos duele profundamente y repudiamos su asesinato, expresamos todo nuestro afecto y solidaridad a su familia, Alcaldía Municipal y todo su pueblo, la mejor forma de recordarlo es honrar su legado. Descansa en paz, Tino”, indicó a través de su cuenta en X el Gobernador del Cauca, Elías Larrahondo Carabalí.
Acompañamiento del Gobierno
Luego de un consejo de seguridad en el municipio de Santander de Quilichao, el ministro del Interior colombiano, Luis Fernando Velasco, manifestó que desde el Gobierno Nacional se hará acompañamiento a los habitantes del departamento del Cauca, donde también fueron asesinados cinco indígenas.
“Hemos llamado a lo que la gente puede entender como una militarización de la zona. No vamos a dejar sola a la gente. La masacre tiene que ver con acciones de la comunidad que busca alejar el conflicto y enfrentar a estos grupos que están haciéndole tanto daño al país”, indicó Velasco.
Finalmente, el cuerpo del alcalde Abonía fue trasladado al cementerio del municipio donde inició su carrera de líder social y concejal, pero donde también encontró la muerte.
“En memoria de nuestro alcalde, nos unimos por la paz y el valor de la vida. Su legado inspira armonía y esperanza”, se leía en uno de los carteles hechos por la ciudadanía que fue colocado sobre su féretro.
EFE