Unicef alertó este viernes de la “triple amenaza mortal” que afrontan 1,1 millones de niños en la Franja de Gaza por el “sobrecogedor” aumento de los casos de diarrea y la pobreza alimentaria en medio de la escalada en el conflicto entre Israel y el grupo palestino islamista Hamás.
En un comunicado, Unicef lamentó que miles de niños en Gaza han muerto por la violencia y se está elevando el riesgo de muerte de otros tantos “atrapados en una pesadilla” por el creciente deterioro de sus condiciones de vida.
Los casos de diarrea en niños menores de 5 años pasaron de 48.000 a 71.000 en solo una semana a mitad de diciembre, el equivalente a 3.200 nuevos casos diarios, según datos de la agencia de la ONU, que los considera “un fuerte indicador de que la salud infantil en Gaza se está deteriorando rápido”.
En comparación, antes de la escalada de hostilidades se registraba al mes una media de 2.000 casos de diarrea en menores de 5 años, por lo que las cifras recientes suponen un incremento “sobrecogedor” del 2.000 %.
Mientras, Unicef señala que los niños menores de 2 años sujetos a “pobreza alimentaria grave” ya son el 90 %, pues están consumiendo solo uno o dos grupos de alimentos, generalmente granos y leche, según una encuesta de la agencia de finales de diciembre.
La malnutrición también afecta a las mujeres embarazadas y lactantes, que en su mayoría también están consumiendo solo uno o dos grupos de alimentos.
Unicef expresó especial preocupación por unas 155.000 mujeres embarazadas o lactantes y más de 135.000 niños menores de 2 años debido a sus necesidades alimentarias específicas y su vulnerabilidad.
“Los niños y las familias en la Franja de Gaza siguen resultando muertos y heridos en los combates, y sus vidas están cada vez más en riesgo por enfermedades evitables y falta de comida y agua”, denunció la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
La agencia describió el desolador panorama en enclave: los combates han dañado o destruido infraestructuras esenciales de depuración de agua, saneamiento y salud; las familias desplazadas recurren a la defecación al aire libre y los hospitales están tan desbordados que no pueden tratar adecuadamente los brotes infecciosos.
Unicef, que ha estado suministrando provisiones vitales a Gaza desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, como vacunas, fórmula para bebés, suplementos alimentarios, kits de higiene, combustible o retretes portátiles, pidió el restablecimiento del tráfico comercial y un alto al fuego humanitario.
EFE