Y se ha convertido en un secreto a pesar de que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 230 establece: “ El periodo presidencial es de seis años. El Presidente o Presidenta de la República puede ser reelegido o reelegida, de inmediato y por una sola vez, para un nuevo periodo”. Ordena bajo mandato expreso que el país debe convocar a elecciones.
Mantenerlo en secreto se convierte en una estrategia del gobierno y no en un derecho de los venezolanos, de ahí que es necesario de una u otra forma alertar, presionar, denunciar en fin utilizar todas las vías posibles para que de una vez se convoque a las elecciones presidenciales en Venezuela como lo manda la Constitución.
Cuando se le exige al gobierno de Nicolás Maduro que convoque a las elecciones o cuando se habla de este tema sencillamente lo evade a pesar de que se nombró unos nuevos magistrados en el poder electoral quienes tienen la responsabilidad de convocar a los comicios presidenciales pero están sujetos, por supuesto, a los dictámenes de Miraflores.
Mantener las elecciones presidenciales en secreto es una violación a la Constitución, es una violación al derecho al voto de los venezolanos y al sagrado derecho de elegir al nuevo presidente del país como debe ser.
Nunca había ocurrido, cuando se convocaban a elecciones porque hasta el mismo Chávez fue un político inclinado a realizar innumerables elecciones en Venezuela, demasiadas diría yo.
La comunidad internacional, la oposición venezolana y todos los factores democráticos deben denunciar está situación más allá de que María Corina Machado haya sido elegida por la Plataforma Unitaria como la candidata a las elecciones presidenciales.
Ni Nicolás Maduro, ni el poder electoral, ni Diosdado Cabello, ni Jorge Rodríguez ningún dirigente en el país tiene derecho a privar a los venezolanos de votar y por supuesto de participar como Dios manda y la Constitución en los comicios presidenciales.
Además, existe un acuerdo firmado en la reunión de Barbados entre la oposición y el gobierno donde existe el compromiso de convocar a las elecciones presidenciales en el segundo semestre del año 2024.
En ese acuerdo se establece también la participación de los más de 7 millones de venezolanos que se encuentran en el exterior, la depuración del registro electoral y la observación bajo estándares internacionales.
Es necesario desde ya romper con ese secreto y fijar de una vez la fecha definitiva de las elecciones presidenciales.
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