El estado de Texas ha impedido el acceso de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos a una zona de la frontera sur del país en donde miles de migrantes han intentado cruzar hacia territorio estadounidense en los últimos meses, según denunció el gobierno de Joe Biden ante el Tribunal Supremo del país.
En un documento presentado este viernes, la procuradora general de EE.UU., Elizabeth Prelogar, solicitó a los magistrados que ordenen a Texas permitir el acceso de las autoridades migratorias a una porción de la frontera en la ciudad de Eagle Pass.
La Guardia Nacional de Texas, desplegada por el gobernador republicano Greg Abbott en esta parte del territorio fronterizo, está impidiendo que los agentes de la Patrulla Fronteriza se acerquen o accedan a una sección de 4 kilómetros de la frontera con México, explicó la procuradora.
“Texas ha impedido que la Patrulla Fronteriza vigile la frontera para determinar si un migrante requiere ayuda de emergencia”, señaló.
El documento incluye imágenes en donde se ilustra cómo la Guardia Nacional del estado ha instalado vallas, alambre de concertina y colocado vehículos para restringir el acceso de las autoridades migratorias a esta sección de la frontera.
En esta zona, donde Eagle Pass está separado de Piedras Negras, estado de Coahuila, por el río Grande, miles de personas han intentado cruzar hacia territorio estadounidense en el último mes, la mayoría de ellas con la intención de pedir asilo.
Los migrantes atraviesan el río y, al llegar a la otra orilla, al lado estadounidense, buscan entregarse a la Patrulla Fronteriza, la autoridad encargada de decidir si se les permite solicitar asilo o no.
Las autoridades federales, quienes son las responsables de hacer cumplir las leyes migratorias, se han visto enfrentadas con las autoridades estatales, desplegadas en la zona por orden de Abbott en su intento por “frenar” la migración.
El alcalde de Eagle Pass rechazó ayer las acciones de las autoridades estatales, asegurando que su gobierno no dio permiso a la Guardia Nacional para que tomara control del área. “Nosotros no queremos esto”, aseguró en su cuenta de Facebook.
Esta pequeña ciudad, de solo 28.000 habitantes, ha estado en el centro de la cada vez más frontal disputa entre el gobernador de Texas y el gobierno federal por la gestión de la frontera.
El conflicto ha llegado incluso a los tribunales. En la decisión más reciente, un tribunal de apelaciones ordenó el pasado diciembre a la Patrulla Fronteriza a dejar de cortar el alambre de concertina instalado por Texas en la frontera, mientras emite un fallo.
Como respuesta, el gobierno de Biden apeló el caso ante el Supremo, solicitándole intervenir. EFE