Sangrientos motines, cuerpos desmembrados, migrantes secuestrados y toma de rehenes en vivo durante la emisión de un noticiero de TV… El crimen organizado y el narcotráfico son las principales amenazas que enfrenta América Latina este 2024 y prueba de ello es la crisis de violencia extrema sin precedentes que atraviesa Ecuador. En la actualidad, de hecho, la violencia de los narcos es responsable de la mitad de los homicidios en Latinoamérica.
Por Infobae
Días atrás, Ecuador se ha transformado en un triste ejemplo de cómo un país se deteriora aceleradamente: en 2018, tenía seis homicidios por cada 100.000 habitantes y en 2023 la cifra llegó a 46 homicidios, lo que implica un aumento de casi el 800 por ciento.
En un análisis profundo del crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe, el think tank InSight Crime ha aplicado su método de evaluación a cinco grupos que han marcado pauta en las dinámicas delictivas de la región. Las organizaciones evaluadas incluyen a la pandilla centroamericana Mara Salvatrucha (MS13), las bandas ecuatorianas Los Choneros y Los Lobos, el grupo carcelario venezolana Tren de Aragua, el imponente Cártel de Sinaloa en México y la guerrilla colombiana ELN.
El estudio tiene en cuenta variables como el dominio territorial, economías criminales, penetración del Estado, capacidad militar, estructura organizacional, jerarquía y alianzas criminales.
Una por una, las bandas criminales que dominan América Latina:
El Tren de Aragua
El Tren de Aragua de Venezuela emerge como un símbolo de terror en Sudamérica . Aun cuando perdió su base de operaciones en el penal de Tocorón en Venezuela, este grupo ha extendido su influencia más allá de las fronteras venezolanas, explotando a migrantes y afianzándose en al menos 12 economías ilícitas en cinco países diferentes.
El líder del grupo, Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, logró escapar de la prisión de Tocorón, en el estado de Aragua, su bastión histórico, tras ser advertido antes de la incursión. Esto marca un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado en Venezuela y sus países vecinos, puesto que la presencia del Tren de Aragua se ha cimentado en el contexto del masivo éxodo venezolano, utilizando flujos migratorios para expandir su presencia en la región.
El grupo criminal surge inicialmente como una pandilla en la cárcel de Tocorón y se expande a un vasto portafolio criminal que incluye extorsión, secuestro, trata de personas, minería ilegal y tráfico de drogas a menor escala. Sus orígenes se atribuyen a un proyecto inconcluso de ferrocarril, pero “Niño Guerrero” lo transforma en una amenaza de características transnacionales.
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