El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estimó el jueves que los ataques aéreos recíprocos entre Pakistán e Irán demuestran que Teherán no es “muy querido” en una región cada vez más tensionada.
“Como pueden ver, Irán no es particularmente muy querido en la región”, dijo Biden a periodistas en la Casa Blanca.
“Estamos trabajando” en entender cómo evolucionará la situación, añadió el mandatario, al tiempo que su gobierno llamó a ambos países a evitar una escalada.
“Estamos monitoreando esto muy, muy de cerca. No queremos ver una escalada, claramente en el sur y centro de Asia, y estamos en contacto con nuestros pares paquistaníes, como era de esperarse”, dijo a periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
“Se trata de dos naciones fuertemente armadas”, agregó el vocero a bordo del Air Force One.
Islamabad alegó su derecho a defenderse después de haber sido atacado por Irán, que afirmó haber tomado como blanco a un grupo extremista musulmán sunita que estaría detrás de una serie de ataques en territorio iraní.
Pakistán respondió con ataques en Irán contra supuestos militantes separatistas que respaldarían una insurgencia en su provincia de Baluchistán, en el suroeste del país.
Los paquistaníes “fueron atacados primero por Irán, lo que obviamente constituyó otro ataque imprudente, otro ejemplo del comportamiento desestabilizador de Irán en la región”, añadió Kirby.
Señaló que “no tenía conocimiento” de que Islamabad hubiera notificado a Washington antes de atacar a Irán.
Tampoco quiso formular comentarios cuando se le preguntó acerca de si Estados Unidos brindaría apoyo a Pakistán.
Islamabad ha sido un importante aliado de Estados Unidos al margen de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) pero por largo tiempo ambos estuvieron distanciados por acusaciones de Washington de que el país asiático respaldaba a los talibanes. AFP