El domingo 8 de octubre 2023, del Batallón de Infantería de Marina “Contralmirante Renato Beluche” (BIM 842), de la Base Naval de Punto Fijo, desaparecieron 31 fusiles Ak-103 pertenecientes a la Fuerza Armada. Por ese caso fueron imputados 13 militares, que están siendo procesados en la justicia Penal Militar. Luego, la investigación de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) revela que la capitana de corbeta Johana García Chávez fue la que facilitó que un grupo de civiles se llevaran los fusiles. Aun así, los 13 militares inicialmente detenidos siguen en juicio sin que hubiese pruebas que los relacionen al grave delito.
SEBASTIANA BARRÁEZ || INFOBAE
El jefe de esa Brigada, Contralmirante Augusto Che García Ferrer fue sustituido el 19 de enero 2024 por el Contralmirante José Rafael Morles Chirinos; también salió de la Base Naval “Juan Crisóstomo Falcón” el Contralmirante Uldren Alberto Gedde Díaz, quien entregó el cargo al Contralmirante Ovasky Elías Moreno Fuenmayor.
Lo que hizo posible la sustracción del armamento es que ese parque de armas no contaba con sistema de seguridad, ni iluminación, alarmas ni censores, narró a Infobae un oficial de esa unidad militar. Eso aunado a que en la Base Naval “Juan Crisóstomo Falcón”, donde funciona el Batallón de Infantería “Contralmirante Renato Beluche”, adscrito a la Cuarta Brigada de la Infantería Marina Anfibia, “Almirante Alejandro Petión”, hay una pared que se comunica al mar “y que se había caído sin haber sido reparada”.
Pasaron dos días y nadie se había percatado de la desaparición de los fusiles. A las 2 de la madrugada, del 11 de octubre, uno de los centinelas se da cuenta que hay personas extrañas dentro del búnker donde se guardan las armas. “Se activa el protocolo y se pone en conocimiento del jefe de la Brigada lo que está ocurriendo”.
“Lo más difícil para los centinelas y los oficiales de ese y los otros batallones era cómo enfrentar a quienes habían ingresado si podían hacer uso de los fusiles mientras ellos solo tenían armas de bajo calibre. Uno de los oficiales dispara al aire para tratar de lograr alguna reacción en los intrusos y en efecto los sujetos salen del búnker corriendo, sin llevarse nada consigo. Solo se pudo frustrar que se pudieran llevar armamento”.
Ya se lo habían robado
Después, en el inventario, se comprueba la desaparición de los 31 fusiles que se habían llevado dos días antes. De los 31 fusiles, tres aparecieron flotando en el mar y uno entre matorrales. Los oficiales presos no estaban de guardia el 8 de octubre cuando se robaron el armamento sino el 11 de octubre cuando el grupito regresó a llevarse más armas. La capitana de corbeta García Chávez dijo en su declaración que el armamento se lo llevaron el 8 de octubre”.
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