El nombre de Oswaldo “Ozzie” Guillén quedará grabado de manera indeleble tanto en la memoria de los aficionados guairistas como en los libros de historia de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional por ser el dirigente que guió a los Tiburones de La Guaira a levantar nuevamente el título de campeón del torneo invernal criollo después de 38 años de sequía.
Desde que arribó a la franquicia a mediados de la zafra 2023-24, el conjunto litoralense no supo lo que era registrar un balance negativo de victorias, más bien la novena tomó un ritmo totalmente distinto al que llevaba; solidificando el picheo y desarrollando un tórrido bateo que fue la bujía principal para el superlativo rendimiento de la organización a lo largo del Round Robin y la Gran Final.
No es la primera vez que el Novato del Año de la Liga Americana en 1985 rompe con la “maldición” de un equipo que contaba con muchos años sin conquistar la tierra prometida. En 2005, luego de haber encarado apenas una campaña como estratega con el mismo grupo en 2004, Guillén supo comandar de manera casi perfecta a los Medias Blancas de Chicago para que terminaran levantando el trofeo de Serie Mundial después de 88 años de espera.
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